Por: Mariano López V.
Esto no tiene nada que ver con Lionel Messi. La decadencia del Barcelona es totalmente ajena a la partida del ‘pequeño’ genio que vistiera la ‘10′ blaugrana. Más bien, el argentino se encargó de llenar las vitrinas catalanas de innumerables trofeos y de esconder, durante la mayor cantidad de tiempo posible, algo que los responsables del club sabían que era inevitable. La estrepitosa caída de un grande de Europa era solo una cuestión de tiempo. Los continuos fracasos a nivel internacional, donde el ‘Barza’ sufrió remontadas (Roma 2017/18 y Liverpool 2018/19), goleadas (Juventus 2016/17 y Bayern Munich 2019/20) y eliminaciones prematuras (PSG 2020/21), daban una idea de lo que podía ocurrir esta temporada. Y ocurrió.
Un 0-3 en contra –que pudo ser mucho más abultado– ayer en una plaza históricamente complicada como Múnich, cuando la única opción que tenían para clasificar a octavos de final de la Champions League era ganar, obligará al Barcelona a continuar su odisea continental en la UEFA Europa League, una competencia reservada para equipos de menor nivel futbolístico y prestigio que aquellos que luchan por la ‘Orejona’. La última vez que los catalanes disputaron dicho certamen, entonces llamado Copa de la UEFA, fue en la temporada 2003/04, cuando ‘Gavi’ (titular ayer) e Ilias Akhomach (suplente) ni habían nacido. En definitiva, el no superar la fase de grupos de la Champions también es un hecho pocas veces registrado: pasó en solo 4 de 29 participaciones.
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Desde lo estrictamente futbolístico, el cuadro dirigido por Xavi Hernández tenía muy pocos argumentos para rescatar siquiera un empate frente al todopoderoso Bayern Munich. Sus últimos resultados reflejaban un plantel con poco trabajo (Xavi asumió el cargo de entrenador hace menos de tres semanas), endeble en el sector defensivo, carente de eficacia en ataque y de limitada experiencia (salvo uno que otro de los antiguos líderes) para sobrellevar la compleja situación en la que se encontraban. Dicho eso, el ‘Barza’ hizo lo que pudo ante el mejor equipo en la actualidad, que no regaló absolutamente nada y encaró el encuentro con la seriedad que siempre caracterizó a los alemanes. Como si su clasificación estuviera en juego.
Pesadilla. El ‘Barza’ suma cuatro derrotas consecutivas ante el Bayern Munich. Foto: EFE
El inacabable Thomas Muller puso el primer tanto de la gélida noche bávara (34′), tras una gran habilitación de Robert Lewandowski, quien dejó su traje de goleador para transformarse en asistidor. Sin público en las gradas del Allianz Arena debido al incremento de casos de COVID-19, el alemán festejó su octava anotación en Champions ante los catalanes con su clásico grito al aire y un abrazo con Kingsley Coman. No era para menos: con ese gol, Muller se convirtió en el jugador que más veces venció la red del ‘Barza’ en la historia del certamen. Además, selló su nombre y apellido como el primer alemán en llegar a los 50 goles. Minutos antes del descanso (43′), un misil de Leroy Sané –en el que colaboró Ter Stegen– despertó la preocupación en el banquillo visitante. Remontar era imposible, tomando en consideración que solo habían anotado dos veces en todo el torneo. El joven Jamal Musiala (62′) solo necesitó empujar el balón para decretar el 3-0 final.
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Xavi prefiere dejar atrás lo que ha sido un tormentoso torneo y mirar hacia delante. “Queríamos someter y ha sido al revés. Es la dura realidad. He dicho a los jugadores que empieza una nueva época, que debemos exigirnos más y este partido debe ser un punto de inflexión”, confesó.
Y tiene razón.
La palabra
Ronald Araújo, defensa del Barcelona
“Creo que es verdad que no estamos entre los mejores. Es una realidad, pero también confío en el equipo que tenemos para el resto de la temporada. El objetivo ahora es ganar la Europa League. Hay que seguir adelante”.