Copa Confederaciones: ¿Es necesario seguir organizando este torneo?, por Arturo León

Se le denomina el torneo “antesala” al Mundial. Se juega exactamente un año antes, en la misma sede y con países campeones en sus respectivas regiones. En Sudamérica genera mucha expectativa, lo mismo que en Norteamérica y Centroamérica. En Europa no tanto. Lo cierto es que la Copa Confederaciones, torneo que se disputa desde 1992, llegaría a su fin en Rusia. Sí, la del 2017 sería su última edición. La información proviene de diferentes medios internacionales. La razón principal es lo ajustado que esta competición vuelve al calendario de los jugadores más importantes del mundo. Esto hace que selecciones como Alemania lleven a sus planteles suplentes. Y se entiende. Por ejemplo: Thomas Müller, Mesut Özil, Toni Kroos y compañía, que jugaron la Eurocopa 2016, quieren disfrutar sus vacaciones.

Decía Joachim Löw, antes del inicio del torneo, que no le causaría nada de tristeza si la Copa Confederaciones se deja de jugar en el 2021. “Nosotros queremos ganar el Mundial”, aseguró el seleccionador germano. Cristiano Ronaldo, a su vez, tiene una mirada diferente. Él, ganador nato, se mostró feliz por disputar este torneo. “Es la primera vez que lo voy a jugar y la selección también. Es importante. Queremos ganar”, explicó el crack del Real Madrid antes de instalarse en Rusia. Claro, el de él es un caso atípico. Es el mejor jugador del mundo y quiere ser también el más ganador. No piensa en sus vacaciones. Pocas son las estrellas con tal ambición.

¿Pero es necesaria la Confederaciones? Además de darle ritmo de partidos a las selecciones, ¿sirve de algo más? Tradición, valor importantísimo, no tiene. El premio económico no es significativo (4,1 millones de euros para el campeón) en comparación con otros torneos. El nivel es regular (son solo ocho equipos) y algunos equipos juegan con suplentes. Además, se requieren millones para temas logísticos, viajes, etcétera. Y encima los estadios no se llenan. Tampoco se trata de un negocio redondo para la FIFA. Sirve, sí, para probar temas como el VAR, que ha generado polémica y definitivamente requiere regulación. Mejor que pase de todo aquí que en Rusia 2018. Pero hay torneos como los Mundiales Sub 20 o las Eurocopas Sub 21 o Sub 19 que podrían servir de prueba también.

Por ello surgió la idea de crear un supermundial de clubes, competencia que desde el nombre se presenta más “vendedor”. Según informan, se jugaría con muchos más equipos, cada dos años, de tal forma que no choque con el Mundial ni la Eurocopa. Solo se cruzaría con la Copa América, por lo que se esperará una respuesta positiva por parte de la Conmebol. Ver un Barcelona-Atlético Nacional sería, sin duda, más atractivo que un Camerún-Australia.