29/03/2024

Evitar el "ridículo", la consigna de Corea del Sur - Proceso

Viernes 22 de Junio del 2018

Evitar el

A nivel de selecciones, Corea del Sur y México son más parecidos de lo que aparentan. El conjunto asiático llega al Mundial de Rusia plagado de dudas, golpeado por lesiones y carente de estrellas internacionales porque, al igual que ocurre con el balompié mexicano, en la liga surcoreana pagan tan bien que los jugadores localesLeer más

A nivel de selecciones, Corea del Sur y México son más parecidos de lo que aparentan. El conjunto asiático llega al Mundial de Rusia plagado de dudas, golpeado por lesiones y carente de estrellas internacionales porque, al igual que ocurre con el balompié mexicano, en la liga surcoreana pagan tan bien que los jugadores localesLeer más

A nivel de selecciones, Corea del Sur y México son más parecidos de lo que aparentan. El conjunto asiático llega al Mundial de Rusia plagado de dudas, golpeado por lesiones y carente de estrellas internacionales porque, al igual que ocurre con el balompié mexicano, en la liga surcoreana pagan tan bien que los jugadores locales difícilmente quieren probar suerte en el extranjero. Es cierto que son conocidos por tener delanteros rápidos, pero, últimamente, su defensa no es segura: sus elementos no se coordinan bien por falta de experiencia y regularidad.      

PARÍS (Proceso).– Rival de México, Corea del Sur aparece como el equipo más débil del Grupo F. Aunque alcanzó la semifinal en el Mundial que organizó a lado de Japón, no supo consolidarse como un proyecto global. Plagado de lesionados –la mayoría de sus seleccionados juega en la liga local–, el conjunto asiático tiene una meta: no hacer el ridículo en la fiesta del futbol.

Los especialistas coincidieron en que las expectativas eran grandes para los surcoreanos, quienes quedaron en cuarto lugar en la Copa del Mundo de 2002. Antes de perder la semifinal contra Alemania, derrotaron a Portugal, Italia y España. 

Por aquellos años, Corea del Sur fue uno de los países con mayor crecimiento económico y social. Ese periodo dorado repercutió en el balompié local; los esfuerzos de formación de jugadores, la creación de la K-League y la construcción de estadios no fueron en vano. La organización de la competencia deportiva más importante del mundo con Japón fue la cereza del pastel que permitió a la selección nacional coreana ingresar en la selecta lista de los mejores. 

Sin embargo, tras el Mundial de 2002 se terminó la luna de miel entre Corea del Sur y el futbol. Si bien su liga creció económicamente y actualmente tiene buen nivel, la selección nacional acumula fracasos. 

De las siguientes tres copas del mundo, el llamado País de la Mañana Serena sólo llegó a los octavos de final en el torneo de 2010, saliendo de un grupo formado por Argentina, Nigeria y Grecia. En 2006 no pudo destacar de Francia, Togo y Suiza. Y en el Mundial de Brasil 2014 tampoco logró imponerse a Bélgica, Rusia y Argelia.

A principios de los años 2000, la selección contaba con futbolistas consolidados en Europa. El mejor de todos, Park Ji-sung, era un extremo izquierdo, potente y técnico. En el Manchester United, donde jugó bajo las órdenes de Alex Ferguson entre 2005 y 2012, era un soldado talentoso y trabajador. Hasta hoy, es el único jugador de su continente en haber ganado la Premier League y también la Champions League en 2008.

En esta lista de estrellas asiáticas también está Ahn Jung-hwan, elegido el mejor coreano del Mundial 2002. Con su gol eliminaron a Italia en los cuartos de final de ese torneo. El entonces presidente del Perugia, Luciano Gaucci, equipo con el cual jugaba, lo echó después del Mundial: “¡Basta, no quiero verlo más. Estoy indignado: sólo jugó bien contra Italia. Que se vaya a Corea a cobrar 100 liras al mes!”

Poca ambición

Hoy, el surcoreano más famoso en Europa es Son Heung-min, quien defiende los colores del Tottenham Hotspurs. Esta temporada metió 15 goles y dio seis asistencias, convirtiéndose en el jugador clave del equipo londinense, que terminó en el tercer sitio de la Premier League. México lo enfrentará en su segundo partido, el sábado 23.

Para los surcoreanos, sería un éxito que su selección avance a la siguiente fase de grupos. “La gente ve complicado que eso suceda”, dice Baptiste Mourigal, periodista especializado en futbol asiático para la página francesa Lucarne Opposée. “Sabemos que será una meta difícil de alcanzar. En realidad, todos creen que el equipo no saldrá del grupo”, agrega. 

En entrevista para un evento promocional, Son Heung-min, líder de su equipo, declaró que el objetivo de Corea del Sur en este Mundial (de Rusia) era “salir del torneo con la cabeza arriba, sin ser ridiculizados”. Poca ambición, mucha precaución.

Renovación

En la realidad, la selección surcoreana es un equipo que está en reestructuración tras la salida del técnico alemán Ulrich Uli Stielike. Su proyecto terminó luego de perder la final de la Copa Asia 2015, ante Australia. Rumbo al torneo de Rusia, el conjunto cayó ante China y Qatar, escuadras que en el papel son mucho más débiles. 

“Hay pocas ilusiones para este Mundial. En realidad, el objetivo es prepararse bien para la Copa de Asia 2019”, expone el periodista.

En junio de 2017, Shin Tae-yong fue designado como el nuevo seleccionador nacional. Se trata de un tipo al que no le gusta tomar riesgos y, por tanto, prefirió regresar a las bases. 

Shin es un entrenador poco conocido, pues nunca ha dirigido en Europa o en una liga potente. Sin embargo, se sabe todos los rincones de la Asociación de Futbol de Corea del Sur. Él entrenó al equipo Sub-23 que derrotó a México en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Después entrenó a la Sub-20 antes de subir a la selección mayor de su país.

“No es un director técnico con mucha claridad”, revela Baptiste Mourigal. Le gusta mucho cambiar la alineación, pero no por las mismas causas que Juan Carlos Osorio, director técnico de la Selección Mexicana, quien lo hace por razones de gestión. Shin Tae-yong lo hace “para adaptarse al adversario. Si juega contra un equipo fuerte, saldrá con un 3-4-3; si no, será un 4-4-2”, expone.

Estrategia básica 

Los Guerreros de Taeguk, como también se le dice a este combinado asiático, tienen un sistema de juego básico. Normalmente el equipo se planta en la cancha con una formación 4-4-2, pero es difícil definir quienes iniciarán como titulares por las dudas que tiene el entrenador. Incluso, no hay certeza de que salga a la cancha el portero Kim Seung-gyu, jugador del Vissel Kobe del futbol japonés. En su lugar podría debutar Jo Hyeon-woo, quien milita en el Daegu FC de su país. 

En cuanto al cuadro bajo, los defensas que destacan son Lee Yong, jugador del Jeonbuk Hyundai Motors, de Corea del Sur, y Jang Hyun-soo, del FC Tokyo de Japón.

El medio campo surcoreano está integrado por el imprescindible Lee Jae-sung, del Jeonbuk Hyundai Motors de Corea; Jung Woo-young, del Vissel Kobe; el metrónomo del equipo y capitán, Ki Sung-yueng, del Swansea de la Premier League, y  por Koo Ja-cheol, del FC Augsburgo de Alemania. 

Los delanteros son Son Heung-min, del Tottenham, y Hwang Hee-chan, del Salzburgo de Austria.

De acuerdo con lo que ha presentado el técnico, hay dos jugadores que pueden apoyar a Son, referente del ataque surcoreano. Está el gigantón Kim Shin-wook (1.98 metros) y Hwang Hee-chan.

Kim puede desempeñar el papel de “torre de control” para recibir los pelotazos largos de sus compañeros y asistir a Son. Una táctica bastante rudimentaria, nada revolucionaria, pero eficaz cuando los equipos padecen de coordinación colectiva.

El periodista Mourigal expone el problema del futbol de Corea del Sur, que también se padece en México: la liga local está pagando tan bien a sus jugadores que son pocos los que desean probar suerte en el extranjero. “Es el caso de Lee Jae-sung, del Jeonbuk, uno de los mejores de la selección. Debería saltar a Europa para progresar”.

El Rayo Vallecano de España, el Olympique de Marsella y el Leicester City de Inglaterra se han interesado en ficharle; sólo falta una oferta concreta para que salga este verano.

Además de un equipo sin estrellas internacionales, Corea del Sur ha sufrido bajas por lesión, como las de Kim Min-jae, Kim Jin-su, Yeom Gi-hoon y Lee Keun-ho. Caso especial es la ausencia de Kwon Chang-hoon, quien milita en el Dijon FCO de Francia. 

Así, llegamos al punto débil del segundo rival de México en Rusia. Los surcoreanos no tienen una buena defensa. “No sabemos bien quiénes van a jugar. Y los defensas no se coordinan bien por falta de experiencia y de regularidad. Si no juegan los mismos, no se pueden coordinar”, expone el experto francés.

Recuerdo de México 

En sus partidos de preparación el conjunto asiático no generó confianza en la afición. Jugaron contra Honduras, para adaptarse al juego de México, y le ganaron 2-0. Días después, los hombres de Shin Tae-Yong perdieron 3-1 contra Bosnia, una selección que ni siquiera calificó al Mundial.

En otro encuentro, empataron sin goles contra Bolivia y fueron derrotados 0-2 por Senegal. Shin usó la formación 4-4-2 sin mucho éxito. 

La importancia para México del encuentro contra Corea del Sur, programado para el sábado 23 en Rostov del Don, es que en ese juego puede definir su pase a la siguiente ronda. Así, los pupilos de Juan Carlos Osorio deberán inspirarse en los mexicanos que jugaron el Mundial de Francia 1998 y que derrotaron a la escuadra asiática 3-1, con gol de Ricardo Peláez y dos de Luis Hernández. 

Este reportaje se publicó el 17 de junio de 2018 en la edición 2172 de la revista Proceso.

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