De vuelta a los entrenamientos con el Real Madrid más de dos años después de hacerlo por última vez, y tras dos años cedido en el Bayern Múnich, el centrocampista colombiano James Rodríguez se ha convertido en uno de los grandes nombres propios a seguir durante el presente mercado de fichajes. El motivo no es otro que el interés que han mostrado en el distintas escuadras de primer nivel.
Uno de los primeros en posicionarse en la carrera por sus servicios fue el Nápoles. Carlo Ancelotti solicitó la incorporación del futbolista al que ya tuvo a sus órdenes en el conjunto de Chamartín. Sin embargo, la oferta del Nápoles (que solo quería una cesión con opción de compra al igual que sucedió en Baviera) no satisfizo las demandas de un Real Madrid que quiere 50 M€ por el jugador.
También apareció en escena el Atlético de Madrid. Pero antes de poder afrontar el fichaje del internacional cafetero los rojiblancos deberían cerrar la venta de un Ángel Correa por el que no logra llegar a un acuerdo con el AC Milan. Esta situación, unida a la goleada que los de Diego Pablo Simeone infringieron al Real Madrid el pasado fin de semana (3-7) han supuesto un giro en la situación del futbolista, que ahora está más cerca de quedarse en la escuadra de Chamartín.
Y es precisamente aquí donde nacen las dudas del de Cúcuta. Según destaca la información de Marca la intención de James es la de quedarse en Madrid, si bien sabe que permanecer en el Real Madrid podría limitar mucho sus minutos de juego debido a la falta de confianza de Zinedine Zidane. Si el francés no estuviera en el banquillo, su deseo sería claro: continuar en el Santiago Bernabéu, donde sueña con triunfar. Sin embargo, el colombiano sabe que en caso de marcharse al Atlético de Madrid disfrutaría de más continuidad. De ahí su recelo.