29/03/2024

Liverpool también se lleva la Supercopa de Europa

Miercoles 14 de Agosto del 2019

Liverpool también se lleva la Supercopa de Europa

Lo de Adrián es para un cuento: arquero sevillano surgió en el Betis, tras seis años en el West Ham quedó libre, no tenía equipo y entrenaba en su barrio hasta que apareció la ocasión del Liverpool.

Lo de Adrián es para un cuento: arquero sevillano surgió en el Betis, tras seis años en el West Ham quedó libre, no tenía equipo y entrenaba en su barrio hasta que apareció la ocasión del Liverpool.

Buenos Aires -

En este renacer internacional del fútbol inglés, Liverpool y Chelsea llevaron la carpa de su espectáculo a Turquía. Y el club de Los Beatles extendió su reinado continental ganando la Supercopa de Europa. Fue 2-2 con el Chelsea en un partido muy agradable, que fue al alargue y se definió en penales: 5-4 para los del alemán Jurgen Klopp. Nueve penales ejecutados maravillosamente y uno que fue al medio y le dio oportunidad de atajarlo al arquero español Adrián San Miguel, inesperado titular y sorprendente héroe final de la noche turca. Se adelantó claramente Adrián, pero no lo hicieron repetir; tanto que los jueces dicen que hay que tener al menos un pie sobre la raya al momento del disparo. ¿El ejecutante…? Kevin Oghenetega Tamaraebi Bakumo-Abraham. Para los amigos, Abraham… Él falló el último de la serie de cinco.

Si la final tuvo muchos puntos altos para comentar, los nueve penales convertidos merecen mención de honor. Notables ejecuciones. Y cuando se remata tan bien, la pelota entra. Los futbolistas sudamericanos debieran mirar el video de esta definición y tomar nota.

Lo de Adrián es para un cuento: arquero sevillano surgido en el Betis, después de seis años en el West Ham United quedó libre, no encontraba equipo y estaba entrenando en un campito de su barrio hasta que le apareció la ocasión del Liverpool. Lo contrataron, se lesionó el fenomenal brasileño Alisson y le tocó estar en el arco en este choque estelar. Los dos arqueros fueron españoles. En verdad hubo una catarata de brasileños y españoles en la final. Una Supercopa ciento por ciento inglesa por primera vez en las 45 ediciones de disputa de este trofeo a final única, que entre 1972 y 1997 era a partido de ida y vuelta en el campo de cada finalista.

Ahora es en terreno neutral. Durante catorce temporadas se disputó en el pequeño estadio del Mónaco; era casi una función teatral de lujo, una gala futbolera para 18.500 pudientes espectadores. La UEFA decidió rotar de escenario desde el 2013. Así, la Supercopa se transformó en atracción para capitales menos tradicionales y visitó República Checa, Gales, Georgia, Noruega, Macedonia del Norte y ahora Turquía, más precisamente en Estambul, la antigua Constantinopla, a 1.900 kilómetros de Londres.

Allí, la lujosa casa del Besiktas, el Vodafone Stadium, se repletó con 42.000 espectadores para ver al campeón de Europa –Liverpool– y el de la Liga Europa, antes Copa UEFA –Chelsea–. En este relativamente nuevo negocio de designar los estadios con nombres de empresas, el gigante de las comunicaciones le pagó 145 millones al Besiktas por quince años de denominación. Ni imaginamos lo que podría percibir el Tottenham si decide negociar el nombre de su nuevo y monumental White Hart Lane.

Esta Supercopa que venía con abrumador protagonismo español en los últimos años, quedará en la historia a causa de una dama, Stephanie Frappart, primera mujer árbitro de una final masculina. Le fue bien en líneas generales, dirigió con autoridad, aunque a los 4 minutos una mano clara de Christensen en el área no fue sancionada por la jueza francesa y tampoco hubo VAR. Extraño, era penal. Según la nueva especificación del International Board, toda mano en el área es penal, sea deliberada o no. Llegaban de manera muy disímil. Liverpool en un momento excepcional, campeón de Champions, subcampeón a un punto en la Liga Inglesa y ganador por 4-1 en la jornada inicial del campeonato local.

Chelsea, después de un terrible debut, goleado 4-0 por el Manchester United, sancionado por la FIFA con prohibición de reforzarse por dos mercados (transgredió la prohibición de fichar menores de 18 años) y con técnico nuevo. Frank Lampard es una figura histórica del Chelsea, pero bastante nuevito, aunque con un solo antecedente y muy positivo: puso al Derby County en la final por el tercer ascenso en el mes de mayo. 

En el partido no se notaron diferencias, por el contrario, lució mejor el Chelsea, con un jugador excepcional: N’Golo Kanté. El moreno campeón mundial con Francia dio una exhibición de lo que debe ser un volante de marca: presión, anticipo, corte y pase preciso; todo con simpleza y altísimo grado de acierto; y además, incansable. No estuvo solo, lo acompañó un Pedro filoso, veloz, desequilibrante. Como el mejor Pedro de sus tiempos de Barcelona cuando combinaba con Messi. Gran presente del canario. También el arquero vasco Kepa mostró por qué costó 80 millones de euros (tuvo una doble tapada impresionante, para verla todos los días). Y el brasileño Jorginho, excelente centrocampista de quite y juego. Y Pulisic, el estadounidense fichado del Borussia Dortmund, que llegó porque su pase estaba adquirido desde antes de la sanción de FIFA. Muy interesante. Y Emerson, otro brasileño, lateral izquierdo inteligente y con buena proyección. Ambos representan a la selección italiana.

Un muy buen Chelsea que iba ganando con gol de Giroud: gran definición cruzada tras bochinesco pase de Pulisic. Otra cara nueva que veremos seguido con la casaca azul es Mason Mount, joven veinteañero que estaba a préstamo en el Derby County y Lampard se lo trajo de nuevo al Chelsea, un mediapunta picante, con juego y visión del arco rival. Enfrente, lo que ya sabemos del Liverpool, un equipo supersólido, estructurado, con un funcionamiento internalizado por todos sus miembros, letal cuando ataca. Igual, no pareció el habitual Liverpool agresivo. Más tranquilo, como en pretemporada. Quizás por esto fue superado en el juego durante largos pasajes por el Chelsea.

Fue extraño ver que le entraran tan fácil en defensa en muchas jugadas, pero cuando pareció que aflojaba, apareció la casta liverpooliana de este conjunto marca Klopp y lo dio vuelta con dos goles de Sadio Mané, siempre pujante, ambicioso. Liverpool fue quizás el único club de las grandes ligas que no realizó incorporaciones de fuste, apenas el arquero Adrián que llegó libre. “Con lo que tenemos estamos bien”, declaró Klopp.

Salió un partido muy agradable, con cantidades de situaciones de gol, a la inglesa, sin especulación, los dos a ganar. Empataron a 2, pudo ser 4-4. Un excelente comienzo de temporada que habla una vez más de las bondades de los clubes de la Premier League. La Supercopa es un torneo con tinte español, 15 veces la ganaron equipos de la Madre Patria (Barcelona 5, Real Madrid 4, Atlético 3, Valencia 2 y Sevilla 1). Pero ahora no solo cambió de manos, los ingleses amenazan estar presentes en los próximos años también. (O)

 

Salió un partido muy agradable, con cantidades de situaciones de gol, a la inglesa, sin especulación, los dos a ganar. Empataron a 2, pudo ser 4-4. Un excelente comienzo de temporada.

 

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