Las dudas de Marcos Llorente (24 años) son cada vez mayores. El jugador del Atlético de Madrid parece estar condicionado por la falta de juego a la que es sometido. Lo cierto es que esperaba tener una mayor participación en el campo después de salir del Real Madrid este verano. No solo no la está teniendo, sino que su estado anímico es peor ahora que la temporada pasada con la elástica blanca. Es algo que se puede apreciar cuando tiene la oportunidad de jugar. En el Real Madrid aprovechaba las oportunidades a lo grande, motivado por poder robarle el puesto a otros jugadores. En el Atlético de Madrid, sin embargo, parece que ya sabe que su posición tiene el nombre de Thomas Partey.
La escasa confianza que tiene el jugador en estos momentos no habrá hecho más que prolongarse tras su partido de anoche ante el Deportivo Alavés. Marcos Llorente empezó el partido de inicio, en el once titular. En el minuto 16 de partido, propició una entrada con los tacos en el talón de Aquiles a Lucas Pérez (quien más tarde colocaría el empate en el marcador con un gol soberbio por la escuadra derecha de Jan Oblak), lo que estuvo a punto de costarle la expulsión. «Hace una entrada por detrás y aunque no quiere, mete la pierna y los tacos. A principio de temporada Marcos Llorente estaría en la calle. Se ha cambiado el criterio de las primeras jornadas de liga. Me parece correcto que no se le haya expulsado como sí expulsó este mismo árbitro a Modric en la primera jornada», declaró el ex árbitro Andujar Oliver para Radio MARCA.
Esta acción no hizo más que despertar los peores temores de Diego Pablo Simeone. Marcos Llorente, nada más comenzar la segunda mitad, fue cambiado, desplazado al banquillo, para dar salida a, precisamente, Thomas Partey. Muchos no entendieron el cambio, pero posiblemente se debiera a que jugar con un jugador toda una segunda parte en esa posición teniendo amarilla, es peligroso. De todas maneras, el partido de Marcos no fue para enmarcar. No tuvo capacidad para sacar el balón jugado desde atrás por la intensa presión del Deportivo Alavés y por la falta de movimiento y de ideas en el centro del campo y en el ataque del conjunto rojiblanco. Durante la primera parte, dio 16 pases, 13 de ellos buenos y tres malos. Recuperó dos balones y perdió 12. Tras ello, de nuevo al banquillo. El mar de dudas de Marcos Llorente.