Son varias las notas positivas que se pueden extraer del primer tramo de curso 2019-2020 en el Real Madrid. Karim Benzema continúa siendo la estrella del plantel merengue, a la espera de un Eden Hazard que estaba empezando a brillar en Concha Espina hasta el encontronazo con su compatriota Thomas Meunier (PSG). Otro nombre propio está siendo el de Fede Valverde, quien se complementa a la perfección con Casemiro para reforzar la medular del plantel de Zinedine Zidane.
Vinícius y Rodrygo Goes se mantienen como las apuestas de futuro en la parcela ofensiva, dado que Luka Jović no ha entrado tanto en juego como se esperaba. Isco Alarcón ha comenzado a dar un paso al frente, mientras que Zidane quiere recuperar para la causa a 2 futbolistas con un potencial tremendo: James Rodríguez y Gareth Bale. ¿Será capaz el míster galo de encajar a la perfección sus diferentes piezas?
En otro orden de las cosas, hay un fichaje que está respondiendo con creces a estas alturas de la temporada. Éder Militão se ha asentado a las mil maravillas en el eje central de la retaguardia, siendo un complemento idóneo cuando Sergio Ramos o Raphaël Varane necesitan un descanso. Situación parecida a la de Ferland Mendy, quien mejora las prestaciones en defensa de Marcelo, aunque no se puede equiparar con el carioca en lo que alude a su labor ofensiva.
Pese a su juventud (21 años), el ex del Oporto ha demostrado una sorprendente madurez tanto dentro como fuera del campo. Militão, que no arrancó con buen pie su andadura en el Real Madrid por el mal trago que pasó durante su presentación, ha superado con nota la prueba que se le ha planteado en el rey de la Liga de Campeones. Parece que la escuadra blanca tiene central para rato con el brasileño.