El pasado martes Saúl Ñíguez abrió el marcador para el Atlético de Madrid en casa del Bayer Leverkusen con un gol de bandera, marca de la casa. Una diana que recordó a muchos a la anotada el año pasado en semifinales de la Liga de Campeones ante el Bayern Múnich, decisiva a la postre para decantar la eliminatoria.
Y es que acabó el curso con 9 dianas en 48 partidos, pero sobre todo siendo indiscutible para Diego Simeone en la medular. En cambio esta campaña ha tenido más altibajos e incluso se ha quedado fuera de algunas alineaciones, cuando su entrenador ha apostado por un once más ofensivo con Gaitán o Ferreira Carrasco para mejorar su juego por las bandas.
No obstante, ha participado en 35 partidos y ha anotado 5 goles, decisivos muchos de ellos como el del pasado martes. Y poco a poco se vuelve a hacer un hueco por méritos propios en el once tipo del Cholo, debido a sus cualidades ofensivas y defensivas, ya que es un centrocampista total que domina a la perfección todos los registros.
Tiene llegada, gol, visión de juego, capacidad para desbordar, pero al mismo tiempo aporta trabajo defensivo, recupera muchos balones y sabe dar equilibrio al equipo con su presencia y posicionamiento táctico. Una pieza indispensable ahora que arranca el tramo decisivo de la temporada.