MÉXICO -- Una de las sorpresas en el once titular que David Patiño mandó a la cancha para el duelo de la Jornada 9 ante el Guadalajara, fue la inclusión de Alan Mozo en la lateral derecha. El juvenil de Pumas no tenía una tarea fácil, ya que en el primer tiempo por su banda tuvo que marcar a Rodolfo Pizarro.
El "310" de los universitarios hizo su partido, pero a unos metros de distancia sus padres hacían el suyo. Patricia Rodríguez y Román Mozo, papás del canterano vivieron con mucha intensidad el partido, mismo que escucharon por el radio por medio de unos audífonos rosas que compartían.
Ella, con lentes oscuros, portaba la playera blanca de los Pumas con el número 310 y el apellido Mozo en la espalda. Él vestía un pants de los felinos, pantalón azul y sudadera color oro. Ambos gritaron y festejaron el gol de Nicolás Castillo al minuto cuatro.
Tras la celebración, la seriedad y la concentración regresaron a su rostro, mismo que se cubrían con las manos cada que Pumas fallaba una oportunidad de gol. Pocas fueron las palabras que intercambiaron, pero la pregunta: "¿Fue él?", de Rodríguez hacia Mozo era lo único que hablaban entre ellos, pues cuando el sonido local anunciaba la "Goya", la entonaban a todo pulmón.
Aplaudían las buenas jugadas del equipo de la UNAM, pero lo hacían con más intensidad cuando su hijo hacía algo bien en la cancha. En las faltas no reclamaban, pero cuando creían que el suyo era perjudicado mostraban su molestia con el trabajo del silbante.
Al terminar la primera parte, volvió el semblante de tranquilidad. Ella se quitó los lentes y aprovechó el medio tiempo para comprar y comer palomitas de mantequilla.
Cuando los futbolistas salían para la segunda parte de inmediato buscaron a su hijo en el terreno de juego, quien ahora jugaría por la banda más cercana a sus padres. Hubo conexión entre cancha y tribuna por medio de un efusivo saludo a la distancia.
Ya con Mozo en la pradera más próxima, ahora su marca era el juvenil de Chivas, José Macías, pero el canterano tuvo grandes cortes, mismos que en la tribuna se celebraba con una sonrisa que intercambiaban Patricia y Román.
Su reacción para ambos penales que le marcaron a favor al Guadalajara fue de enojo. En el primero terminaron por taparse la cara por la anotación de Alanís, en el segundo festejaron la falla del defensa rojiblanco.
Al final del partido no celebraron el empate, pero sí aplaudieron el partido como titular que vivió su hijo: "Es emblemático, emocionante. Debutó contra Chivas el 16 de septiembre allá en su estadio, entonces es algo increíble" declaró para ESPN Digital Patricia Rodríguez, madre del juvenil de Pumas.
Román Mozo, padre de Alan, explicó lo que es vivir un partido con su hijo dentro de la cancha y lo complicado que ha sido para llegar al primer equipo: "Se vive con muchos nervios, con mucha emoción y pidiéndole a Dios que no se equivoque nuestro hijo y que le vaya bien al equipo. Desde que tenía tres años y medio ha estado en varias escuelas. Le costó mucho trabajo entrar a Pumas, lo rechazaron dos veces y la tercera se quedó".
Por último lo padres que se enteraron una noche previa al duelo de su titularidad y que siguen a su hijo a todos los estadios que va, aseguran que su hijo fue creado en los colores auriazules: "Nosotros somos egresados de la facultad de odontología de la UNAM, o sea que Alan sí está hecho en C.U.".