De ser una de las joyas de la cantera de Pachuca, a tal grado de ser llamado a la Selección Mexicana, ahora el presente de Miguel Herrera Equihua es muy diferente, ya que su protagonismo es poco y su paso es discreto.
El defensa de 28 años sabe que, de no aprovechar las oportunidades que le están brindando en León, su carrera podría terminar en algún club de una división inferior el próximo torneo.
“Llega un momento donde piensas en tirar la toalla, pero lo más importante es aguantar los golpes que te da la vida o te da el futbol. Levantarse más fuerte es lo más importante. Ha sido muy difícil el no poder jugar, pero me siento bendecido de tener esta oportunidad y disfrutar cada partido”, indicó.
Las lesiones de Burdisso y González le abrieron más espacios al mexicano, quien disfruta cada minuto en la cancha y trata de aprovecharlos para demostrar que puede ser titular.
“La inactividad te quita confianza, pierdes ritmo. Físicamente me siento bien, retomando la confianza partido a partido. Desafortunadamente se lastima Nacho y me toca entrar a mí. Se me están dando las cosas, tuvimos un buen partido, se ganó y esperamos que sigamos en esta racha positiva. Debe uno entregarse en la cancha, disfrutar los partidos y hacer las cosas de la mejor manera con mucha responsabilidad”, manifestó.