No hay un guion sin conflicto”, dicen que esta frase la dijo Walt Disney y hoy más que nunca aplica para el momento que se vive al interior del equipo de Verde Valle.
Chivas tiene todo a su favor para coronarse en la Concachampions.
El marcador les favorece, el clima es enemigo de los de Toronto quienes se derriten como paleta de hielo, la localía jugará en favor del Rebaño, pero el divorcio entre jugadores y directiva está consumado. Viven en la misma casa, pero duermen en camas separadas.
El Rebaño se juega el pase al Mundial de clubes en medio de la peor interna en la era Vergara.
Dos equipos que buscan atacar, uno con todo a favor y otro que llega a jugarse la vida y dar el partido más grande de su historia.
Chivas recibe al Toronto FC por la vuelta de la final de la Liga de Campeones de la Concacaf en duelo que comenzará a las 20:30 horas en el pasto del estadio rojiblanco.
El proyecto de Matías Almeyda está por concluir o por refundarse.
Tienen ante sí la posibilidad de un nuevo campeonato, pero después de las exigencias y filtraciones a la prensa, hay por los menos cuatro jugadores que se irán sea cual sea el resultado ante los canadienses.
La rebelión contra Vergara se paga caro y no han cortado cabezas porque la final está por desarrollarse, pero del equipo de las siete finales, por lo menos cuatro referentes se irán, uno por la puerta delantera, otros por la de servicio, de noche y sin una buena relación con los dirigentes.
Será la última vez que veamos a Rodolfo Cota en el arco y la defensa será con Carlos Cisneros, Jair Pereira, Oswaldo Alanís y Édwin Hernández, de estos cinco jugadores, uno ya está firmado con el Getafe y dos más está en la mira de la directiva como máximos responsables de las filtraciones a la prensa.
En el medio campo irá Michael Pérez junto a Orbelín Pineda y Rodolfo Pizarro, quien piensa en Europa y quiere despedirse con otro título. En el ataque irán Isaac Brizuela, Jesús Godínez y Alan Pulido, el referente del ataque quien buscará otro triunfo con Chivas. Se dice que Alan está enojado por el mal rato de la directiva y que también podría jugar su último duelo como rojiblanco.
Por su parte, el Toronto cambió de rol tras el partido de ida. Cuando todos pensaban que el frío y la calidad de su aparato ofensivo se impondría al Rebaño, pero no.
Ni los cero grados centígrados, ni jugar de visitante pudieron hacerle daño al chiverío.
Ahora el Toronto llega como actor secundario a una final donde todo mundo llega eufórico y con ánimos triunfalistas.
El Toronto va en ascenso y es el nuevo rico de la MLS, tuvieron ocho años de estudio, de búsqueda de la consolidación hasta que encontraron grandes refuerzos, un jugador franquicia y le armaron en torno a él, un equipo que ataca constantemente y que ha ganado cosas, el Toronto de tener ocho temporadas con marca perdedora, ahora no falta a las postemporadas, ya ganaron una Copa de la MLS y están por conseguir un campeonato internacional. Toronto no llega de vacaciones, son atletas mezclados con cinco futbolistas de buen pie que pueden jugar de titulares en América o Tigres.
Chivas tiene ventaja en el marcador y una guerra interna como pocos. Alan Pulido lanzó que él no juega por dinero y ahora tienen una nueva final más. La nación rojiblanca sueña con el campeonato y con la cita en Dubai en diciembre.
El Dato:
El duelo será transmitido en La Minerva. Si Chivas queda campeón, el festejo será en dicho monumento.
GPE