29/03/2024

Cruz Azul, campeón; Tigres la cruzazulea... otra vez

Jueves 19 de Septiembre del 2019

Cruz Azul, campeón; Tigres la cruzazulea... otra vez

Mientras La Máquina consuela 22 años de no ganar algo realmente importante, los Tigres mostraron la mentalidad limitada y apática que los caracteriza en torneos internacionales.

Mientras La Máquina consuela 22 años de no ganar algo realmente importante, los Tigres mostraron la mentalidad limitada y apática que los caracteriza en torneos internacionales.

LOS ÁNGELES -- En tiempos de crisis, hasta un trofeo de bisutería alimenta el alma.

El maná llega de formas insospechadas.

Es el caso de Cruz Azul, que se corona campeón, el primero, de la Leagues Cup. Se convierte --ciencia ficción-- en el mejor club de la MLS y la Liga MX.

Goles de Yoshimar Yotún y Cabecita Rodríguez. Un 2-1 suficiente para someter a los que siempre la cruzazulean en torneos internacionales, los Tigres.

Porque, ese, el que quiere ser grande, ratifica la pequeñez de su espíritu y de sus cromosomas en competencias internacionales. Simple: Tigres fracasa nuevamente en un torneo que no sea de su comodidad doméstica.

¿El juego? Un crucigrama de temores. Cruz Azul angostó la media cancha y Tigres, como siempre, angostó su audacia. Desde el arranque era evidente la proclividad a no perder.

En Las Vegas, la Ciudad de Todos los Pecados, el gol parecía un apestado sin visado. La prioridad era no recibir el gol en lugar de generarlo.

Tigres descansa en la Liga Mx la próxima jornada y por eso, Ricardo Ferreti se atrevió a presentar su cuadro de oro, pero, al final, fue de frágil oropel, de poco empuje, de poco compromiso, de poco esfuerzo.

En el forcejeo, lo más intenso en el primer tiempo fue una zacapela, cuando los Tigres, por única vez, sacan las garras para castigar a Orbelín Pineda. Ahí, toda la fiereza de los felinos se agotó.

Al final de los jaloneos, el árbitro Marco Ortiz cortó por lo sano, repartió amarillas cómodamente y prefirió omitir las agresiones que le mostraba el monitor del VAR.

Después, menos futbol y más roces. Si acaso, Cruz Azul entendía mejor lo que quería y debía hacer, sin duda, azuzado por la crisis deportiva y política que vive la institución.

¿La segunda mitad? Una copia obscena y aberrante. La Máquina haciendo el mejor esfuerzo, mientras en Tigres, Gignac, como siempre, lloriqueaba más al árbitro que luchar por el balón y esa actitud irresponsable contagió al resto.

La monotonía del marcador la rompe Yotún. Una falta sobre Caraglio genera un penalti y el peruano cuelga el balón arriba, a la izquierda, lejos de Nahuel Guzmán.

Cabecita Rodríguez aprovecha la artritis reumatoide de la defensa felina y hace el 2-0 para lo que parecía ser un marcador más que cómodo, pero… claro. Era Cruz Azul.

Al ’90, el Catita, fantaseando con las generosidades nocturnas de Las Vegas, descuida a Guido Pizarro, quien con un cabezazo le agrega el drama con el 2-1, pero la desgracia echó un volado y bendijo al más lastimado por el destino. El fantasma de la cruzazuleada terminó por ensañarse con Tigres y para reconfirmar que es tan buen arquero como desleal, miserable y cobarde, Nahuel se lleva tarjeta roja por plantarle a Méndez un artero y criminal codazo con premeditación, alevosía y ventaja.

Cruz Azul, campeón de la Copa de las Ligas, que es fomento para su desgracia.

¿Tigres? Confirmó la grandeza de su pequeñez, un liliputense en torneos internacionales.

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