Un recorrido de altibajos e inconsistencia es lo que se visualiza en el camino del volante lagunero de Chivas, Javier Eduardo López, conocido en Verde Valle como ‘Chofis’ y que debutó hace casi siete años en el nivel más alto del futbol profesional en México.
Como una gran promesa llegó desde el Centro de Sinergia Deportiva (CESIFUT) de Torreón de Salvador Necochea y en Verde Valle pulieron la joya proveniente desde la comarca lagunera. Cuando debutó, ya había muchos ojos a la expectativa de su futbol, pues desde la categoría Sub-20 y Sub-17 ya mostraba de lo que era capaz de hacer en el campo.
Una figura en ciernes que logró tocar su punto más alto entre el 2016 y 2017, con Matías Almeyda casi como un tutor, que lo llevó por el camino correcto al pedirle a su familia que se mudara a Guadalajara con él, le ahuyentó malas compañías y le pidió que diera un mejor manejo a su pasión por los automóviles.
En ese trayecto de su carrera encontró puntos álgidos futbolísticamente hablando. En la memoria de muchos sigue vigente aquel duelo ante de Monterrey en el Clausura 2016, cuando marcó dos golazos al club rayado y se colocó en otra órbita.
No tardó mucho para volver a ser otro terrenal. La inconsistencia futbolística ha sido una de las principales características que enmarcan la trayectoria del futbolista. Un joven con gran talento, que por su estatura, rapidez y destreza con el balón en los pies ha sido comparado con los mejores del mundo, pero le ha faltado consistencia en su desempeño.
En varias ocasiones ha estado a punto de irse de la institución, pero siempre encuentra una nueva oportunidad. En el presente año, el extécnico José Saturnino Cardozo le recriminó públicamente su falta de determinación dentro de la cancha, pese a las cualidades y virtudes que presenta y que es capaz de mostrar.
Prueba de su inconsistencia fue la larga y negativa racha que cortó hace poco tiempo. ‘Chofis’ tardó casi un año sin marcar un gol en la Liga BBVA MX. En agosto pasado, logró convertir un gol tras no haberlo hecho desde el 2018, luego de conseguir un doblete ante Veracruz como visitante.
Dicho ejemplo es prueba de la inconsistencia de López Ramírez. Capaz de liquidar a un rival y desaparecer durante un prolongado lapso en que su futbol brilla por su ausencia.
En el 2018 se sometió a un exhaustivo trabajo de reacondicionamiento físico. Ganó musculatura y potencia física, y aunque marcó algunos goles, no tardó mucho en que su futbol volviera a apagarse.
Tras el duelo del fin de semana ante Toluca, su continuidad reaparece en el debate de los “chivahermanos”. Mostró ante los Diablos uno de sus mejores partidos en mucho tiempo, pero para algunos parece que el tiempo ya se le agotó, también están los que creen que Ricardo Peláez, nuevo dirigente rojiblanco, lo utilizará como moneda de cambio.
La incertidumbre es lo de hoy en el Guadalajara, así como en su momento vivió la ‘Chofis’ durante mucho tiempo, pues no apareció en aquellos momentos clave en que se esperaba más de él. La nueva directiva será quien decida su destino: una nueva oportunidad más o el éxodo definitivo.