MÉXICO -- La renuncia de Rodrigo Ares de Parga como presidente del patronato de Pumas dejó dudas sobre el futuro del club y la continuidad de los proyectos que encabezó el directivo. Sin embargo, desde su llegada en 2016, el conjunto auriazul no cosechó los objetivos deportivos fijados por el dirigente.
Desde que arribó a las instalaciones de la Cantera, se sostuvo por tres ejes: finanzas sanas, desarrollo de la cantera y resultados deportivos. Pese a que los dos primeros puntos los cumplió a cabalidad y presumió el estado económico del club, lo más importante para muchos aficionados no se dio, ya que el título de Liga MX no llegó.
En sus tres años de gestión al frente de los auriazules se calificó tres veces a la liguilla. En su torneo debut, el Apertura 2016, se quedó en cuartos de final, pero Tigres lo echó 7-2 en el marcador global. Después pasaron dos semestres sin entrar entre los ocho primeros lugares y fue hasta el Clausura 2018 cuando regresaron al protagonismo en la fiesta grande; sin embargo, fueron echados por el América con un global de 6-2.
En tanto, el certamen anterior, durante el Apertura 2018 se quedaron a un paso de la final, pues el América los echó de nuevo, pero ahora en las semifinales. El marcador terminó con una goleada de escándalo a favor de las Águilas por 7-2. En el torneo más reciente, el Clausura 2019, se quedaron a un costado y en éste esperan el milagro de entrar entre los primeros ocho lugares de la tabla general para que Ares pueda despedirse con el tan ansiado título, aunque la misión luce compleja.
En el tema de refuerzos, trajo a los dos mejores delanteros que el conjunto universitario ha tenido en los últimos años. Y es que con la llegada de Nicolás Castillo y Carlos González buscó las soluciones a la falta de gol.
En el caso del chileno, Ares lo llevó en el Clausura 2017 y de inmediato probó su valor en el terreno de juego. En su torneo debut hizo ocho goles y de inmediato enamoró a la afición. Para el siguiente torneo sufrió lesiones y apenas hizo cinco goles. Ya para el Clausura 2018 se despidió de los auriazules con 11 goles.
Por otro lado, Carlos González llegó a México con el Necaxa, pero ante la partida de Castillo, la urgencia de gol fue tanta que la directiva se decantó por el paraguayo y ahora es el referente de la delantera auriazul.
Además, tuvo fichajes como los de Felipe Mora, Martín Rodríguez que cayeron con el pie derecho en su primera temporada, aunque luego se fueron diluyendo. De igual forma, Juan Manuel Iturbe pasó por lo mismo y se caracterizó por ser un hombre de recambio.
A la par, Alejandro Arribas y Jeison Angulo llegaron para reforzar la zaga defensiva. Saúl Berjón pasó de noche en la delantera, lo mismo que Luis Quiñones, quien brilló más con otros equipos.
Otros de los fichajes polémicos fueron los de Mauro Formica y Joffre Gerrón, así como el de Bryan Rabello; sin embargo, llevó a un estandarte como Marcelo Díaz. El chileno de inmediato tomó la batuta en medio campo, pero para el Apertura 2018 se despidió del futbol mexicano. Y el mismo caso lo vive Ignacio Malcorra.
En el caso de la Cantera, De Parga impulsó a las fuerzas básicas y le dio la tutela de éstas a Andrés Lillini, quien trabajó de la mano con los diferentes técnicos en las divisiones inferiores. Dichos timoneles fueron figuras alguna vez del primer equipo, tales los casos de David Patiño, Israel López, Raúl Alpizar, Carlos Cariño y Gerardo Galindo.
En el primer equipo consolidó a Luis Fernando Quintana, Alan Mozo, Alfredo Saldívar y Andrés Iniestra. Aunados a ellos sumó a elementos como Alan Mendoza, Diego Rosales, Idekel Domínguez, Brian Figueroa, Kevin Escamilla y Pablo Jáquez.
En la baraja de técnicos usó a Juan Francisco Palencia, David Patiño, Bruno Marioni y Míchel González. Tres de ellos de casa, a excepción del español González. El punto más alto fue con Patiño, pues terminaron en tercer lugar de la tabla general en el Apertura 2018; sin embargo, la suerte no les sonrió en liguilla y la relación se desgastó con los meses.
Al final, Ares de Parga también consiguió acuerdos económicos en beneficio del club con diversas marcas; sin embargo, quedarán en el recuerdo los escándalos y la falta de comunión con la afición. En tres años, éste fue el saldo de la administración de Ares.