MÉXICO -- Jorge Vergara llegó en 2002 a la Asamblea de Socios del Club Deportivo Guadalajara A.C. con una oferta de seis millones de pesos para cada uno de los 180 socios de la institución. Habían pasado cinco años desde el último título del equipo y dejaron de ser las Super Chivas, para entrar en una fase donde los intercambios de jugadores con América, el histórico rival, aumentaban en la medida que la oferta monetaría era atractiva para desprenderse del talento.
El empresario desembolsó 1,080 millones de pesos para convertirse en el dueño de Chivas y 17 años después, el club tiene un valor de 5,689 millones de dólares, según Forbes México.
Guadalajara se convirtió en la franquicia deportiva más valiosa de México, aprovechando los 40 millones de aficionados en México y Estados Unidos, cifras proporcionadas por el mismo equipo.
Jorge Vergara potencializó los ingresos del equipo, desde los derechos de televisión, hasta el número de licencias emitidas para comercializar la marca Chivas.
La Asociación Civil que admnistraba el equipo hasta 2002, había emitido 40 registros marcarios ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI), pero con la llegada del empresario como dueño, las licencias emitidas ante la autoridad mexicana llegaron a más de 200 registros.
Los derechos de televisión también fueron una parte importante para la revalorización del club, ya que los acuerdos le permiten a Guadalajara recibir hasta 39 millones de dólares por dicho concepto, según cifras extraoficiales.
Otro rubro importante para el crecimiento del negocio de las Chivas fue la venta de jugadores, la mayoría de las Fuerzas Básicas, lo que dejó 72 millones de dólares en ingresos desde que Vergara se hizo con la propiedad de la franquicia.
Uno de los activos que consiguió Vergara fue la construcción del estadio Akron, cuya inversión ascendió a 200 millones de dólares y significa una de las propiedad que ayudan a darle mayor valor al club, ya que es uno de los pocos equipos en México que tiene su propio inmueble.