MÉXICO -- Monterrey enfrenta un reto en su regreso a México desde Catar, lugar donde juega el Mundial de Clubes. Las más de 11 horas de vuelo, sumado a las horas de escala hacen que su travesía de vuelta a la Sultana del Norte sea, aproximadamente, de casi 25 horas; sin embargo, Daniel Ipata, preparador físico con pasado en Cruz Azul, Pumas y Pachuca, augura que el largo viaje no será una desventaja.
“No, para nada (es desventaja el viaje). Si toma todas esas medidas y los nueve o diez jugadores regresan antes, no están en desventaja. Si encima de la recuperación le agregamos que un grupo de jugadores llega tres días antes, Monterrey minimiza toda posibilidad que llegue al partido en desventaja”, dijo en entrevista para ESPN Digital.
Además, el ahora encargado del cuidado de Correcaminos del Ascenso MX, compartió que son tres días los que necesitan elementos dirigidos por Antonio Mohamed para trecuperarse al cien por ciento en el tema físico.
“El viaje tiene sus momentos que generan fatiga y cansancio. Una vez que se producen hay que acelerar los procesos de recuperación y minimizar el impacto de los nueve husos horarios de Catar. Después de ese proceso, en tres días, los jugadores de Monterrey van a estar recuperados. Ahí entra la ciencia y Monterrey tiene todo, un gran cuerpo técnico, tecnología y un gran plantel, por lo que, con tres días de recuperación, una vez que el equipo llegue a México, va a enfrentar la final ante América sin ningún problema”, recalcó.
Detalló que son de ocho a diez medidas de tipo clínicas, higiénicas y de campo que los jugadores deberán realizar en cuanto regresen a territorio regiomontano.
“Clínica, fisioterapia, crioterapia, hidroterapia, masaje son a nivel clínico. En hábitos de higiene es la alimentación y el descanso. Las horas de sueño cobran un papel muy importante. Después los de campo son actividades y ejercicios de intensidad moderada y de volúmenes bajos que aceleren los procesos de recuperación. Son ocho o 10 medidas que un equipo de alto rendimiento debe tomar”.
El expreparador físico de los Tuzos que ganaron la Copa Sudamericana en 2005, dijo a este portal que al ser atletas de alto rendimiento, tienen una ventaja en la recuperación del cuerpo que una persona que no está habituada a la actividad física de alto impacto.
“Hay un primer día en el que cuando llegas al lugar de competencia hay una fatiga y un desfase en la alimentación y el sueño. En un deportista de alto rendimiento se ajusta rápidamente más que en cualquier persona sedentaria. Vamos a decir que son una raza especial porque juegan 40-50 o 60 partidos al año. Están preparados de una manera especial”, finalizó Ipata.