19/04/2024

Ni el VAR ni la Capilla Sixtina salvan a Chivas

Sábado 01 de Febrero del 2020

Ni el VAR ni la Capilla Sixtina salvan a Chivas

Con la bendición del videoarbitraje, 56 minutos vivió el Guadalajara entre el sueño y la pesadilla. Al final, se lo tragaron el San Luis, el drama y la tragedia del empate por 2-2.

Con la bendición del videoarbitraje, 56 minutos vivió el Guadalajara entre el sueño y la pesadilla. Al final, se lo tragaron el San Luis, el drama y la tragedia del empate por 2-2.

LOS ÁNGELES -- Con la bendición del VAR, 56 minutos vivió Chivas entre el sueño y la pesadilla. Al final, se lo tragaron el San Luis, el drama y la tragedia: 2-2.

Penaltis al 15’ (La Chofis López) y al 36’ (Oribe Peralta) –incluido regalo arbitral--, dieron la ventaja al Guadalajara, que se pasmaba de como siendo inferior en la cancha era superior en el marcador.

San Luis tuvo la pelota, el manejo del juego y encima el espanto del rival. Aún así debió bregar, contracorriente, para al minuto 92 conseguir el empate con remate de Germán Berterame, al que se lanza tarde Toño Rodríguez. El 1-2 fue de Nico Ibáñez, desde el manchón de las VARVARIdades.

Chivas vivió agitado los 90 y tantos minutos. El resuello que le dieron sus goles eran apenas un reposo en medio del acoso de San Luis, que en la precipitación y un par de intervenciones de Toño Rodríguez, terminó el primer tiempo pensando que las estampitas religiosas de Ricardo Peláez estaban incubando el milagro.

Chicote Calderón mostró nuevamente que se siente incómodo en su nuevo puesto. Arrancaba tarde y cubría a destiempo. O aprende o banquea. En tiempos de premura, no hay clemencia.

Los minutos confirmaron que no era partido para La Chofis. Inapto e inepto para resguardar, acosar y despojar, terminaba encimando y desconcertando a sus compañeros en la marca. Ni siquiera necesitó San Luis un despliegue exigente para despreocuparse de él.

Oribe Peralta corrió más que en todo el último año de su carrera. Su premio fue un penalti que enjugó de llanto en el festejo, pero cuando Uriel Antuna —tal vez el mejor de Chivas, atrás y al frente— quiso armar un ataque, habría encontrado más fortuna con un arbusto seco.

San Luis se armó de paciencia. La pelota era suya y jugaba en cancha inclinada. Incluso, aprovechando los errores de marca de Calderón, sí, del Chicote, encontraba por carriles interiores una autopista sin cuota.

Lo grave para Chivas es que la respuesta al acoso de los rojiblancos fue asustarse y cobijarse. Eso exhibe la falta de trabajo en la semana o la falta de hombres duchos, experimentados y conscientes para hacer del contragolpe un punto de quiebre.

Luis Fernando Tena eligió vivir al borde del abismo y haciendo malabarismos, especialmente tras la lesión de Hiram Mier y el ingreso del Pollo Briseño, quien con casta de gallo, pero instinto de gallina culeca, se desubicaba en su zona de marca y en el área.

Alguien debió preguntar por La Chofis, y entonces Tena debió darse cuenta de su aciaga jornada. Elige al Conejito Brizuela y después al Gallito Vázquez, ya con el 1-2 amenazando, para tratar de sorprender o al menos de darse a la fuga con ese marcador patrocinado por el VAR.

Memo Vázquez lee la proclama de Chivas: resistir a piedra y lodo. Organiza tres cambios para acosar al Guadalajara que había entregado el perímetro de su área a la saña y el ahínco de los potosinos.

Y los últimos 15 minutos, al Guadalajara ya no le bastaba el repertorio del santoral de Ricardo Peláez, ni toda su fe guadalupana. Necesitaba de la Capilla Sixtina para tratar de sobrevivir a la horda de herejes rojiblancos.

Uriel Antuna debe cotizar en los altares de los eclesiásticos favores de Peláez, porque salvó dos balones en la raya de Chivas, y tapó un cambio de juego, adivinando el cruce exacto al área a la cabeza de Anderson.

Pero al 92’, el 1-2 se hizo añicos. Rechace débil de la defensa y Berterame, con el hambre acumulada de Villa María y sus 77 mil habitantes, pesca el balón y lo mete a la derecha de Toño Rodríguez, quien se arroja tarde por el balón. 2-2.

El empate puede ser indulgente con Chivas, pero el funcionamiento sigue siendo un reflejo del desorden táctico, que seguramente no sólo es culpa del técnico, sino, también, del cacumen de los jugadores porque no entienden o no se quieren entender.

Así, Chivas suma y se arrellana a media tabla, todavía con los cólicos de haber sido eliminado de la Copa Mx por Dorados.

Ver noticia en ESPN: Fútbol Mexicano

Temas Relacionados: