El club sigue en crisis, lo está desde hace ya algunas temporadas donde no ha competido en el nivel que merecen sus colores y su historia. Para resolver esa situación, el dueño trajo al mejor director deportivo disponible e invirtió la cantidad más alta en la historia de la entidad. Chivas debe jugar mejor al futbol y no lo esta haciendo. Piden “tiempo” en un club donde nunca ha sobrado el tiempo y donde la presión por ganar y convencer existe cada fin de semana. Señores Tena, Peláez y futbolistas: ¿Supongo que saben dónde están parados? Estas son las Chivas y no hay pretexto que valga...
SAN DIEGO, California.- En Chivas, los refuerzos pueden ser de Peláez, de Tena, de Varela o de alguien más. Lo que sí es seguro es que los 38 millones de dólares salieron del bolsillo de Amaury Vergara y de nadie más.
Ricardo Peláez salió el sábado a hacer algo que no solía hacer en la cancha: repartir el juego y también las responsabilidades.
“Los refuerzos que llegaron en el invierno no los traje yo sólo”, afirmo el director deportivo del Rebaño. “El entrenador estuvo de acuerdo en ellos”.
La verdad sólo la conocen Luis Fernando Tena y el propio Peláez. Lo cierto es que los hechos y los tiempos indican que cuando Peláez ya organizaba “el paquete” de compras de urgencia del club, en noviembre del año pasado, la continuidad de Tena no estaba planificada y mucho menos garantizada. Pero eso podría ser lo de menos en este momento. Lo que debe verse pronto en la cancha es el resultado de una histórica inversión que rondó los 40 millones de dólares. Se supone que, sin caer en las exageraciones de las “Chiva-galácticas” o “Súper Chivas 2.0”, este equipo iba a jugar mejor. Eso no esta ocurriendo.
Y Tena niega la crisis cuando debe entender que hace ya algún tiempo, desde mucho antes de que llegara él, este equipo habitaba en ella. Un club del tamaño del Guadalajara no puede sentarse a esperar que las cosas funcionen cuando suma cinco torneos consecutivos sin clasificar a la Liguilla. Primero Tena y luego Peláez, porque llegaron en ese orden, sabían de la problemática y las necesidades urgentes del club. No hay pretexto que valga.
Entiendo que necesitan tiempo, pero tiempo es lo que menos existe en este equipo. Chivas necesita juntar a todo el grupo, a los que estaban y a los que llegaron bajo la firma de Peláez, y jugar como un verdadero equipo. Requiere que todos sus futbolistas entiendan la responsabilidad de vestir esta camiseta, de correr, de entregarse y de generar un futbol con ideas y profundidad.
Chivas no encuentra el rumbo y vive en crisis, porque este club no puede seguir compitiendo en un sitio de la tabla que no le corresponde. Para ello, el dueño trajo al mejor director deportivo disponible y efectuó el mayor gasto en la historia de la entidad. Se acabaron los pretextos.