MÉXICO -- A 14 años de haber cortado toda relación con Cruz Azul y emigrar como jugador libre a las filas del Hércules FC de España, Aarón Galindo no sabe si la directiva celeste ya lo perdonó por hacerle perder dinero, cuando se mantenia vigente en el futbol mexicano el ‘Pacto de Caballeros’.
“No lo sé, la verdad (ríe). Nunca volví a platicar con la directiva (que aún encabeza Guillermo Álvarez Cuevas). Con Robin (hijo de Billy) yo tenía una amistad importante cuando yo jugaba en Cruz Azul; estuvimos muchos años juntos en La Noria, no solo en el primer equipo, pues él a veces entrenaba con nosotros. Y cuando salí del club nunca más tuve la oportunidad de hablar con él, de tener contacto, y con Billy Álvarez mucho menos”, declaró a ESPN Digital el exdefensa mexicano Aarón Galindo.
“De mi parte siempre les guardaré un gran aprecio. Robin más o menos era de mi edad y con Moni, quien en paz descanse, también me llevaba muy bien. Ahora no sé cómo me vean, qué piensen de mí, pero de mi parte les sigo teniendo un gran aprecio”, agregó el exfutbolista.
No se arrepiente de haber dado ese gran paso, sin el aval del club en el que se formó y sin querer firmar una posible renovación de contrato, esto después de cumplir la sanción de un año por dar positivo en un control antidopaje en la Selección Mexicana que lo marginó del Mundial Alemania 2006. Pesó más su sueño de jugar en Europa y se fue.
Seis años antes, solo lo había intentado Gerardo Torrado. A mediados del año 2000, el ahora directivo de la Federación Mexicana de Futbol, dejó Pumas en las mismas condiciones que Aarón para jugar en el Tenerife de España.
Desde Madrid, en donde vive con rigor el confinamiento por la pandemia del coronavirus, Aarón Galindo recordó que en 2006 había una oferta del Hércules (de la Segunda División) y “Cruz Azul no la quiso escuchar; entonces decidí irme al quedar libre. Son decisiones que tomas de joven. Yo contaba con 24 años (hoy 37 años) y tenía decidido irme a Europa. El escenario ideal hubiera sido que el club me dejara ir con su bendición, como se hace ahora, ya que en ese tiempo casi nadie salía de México”.
Reitera que “eran pocos los que se iban, por lo que se vivía en el futbol mexicano que a los 23 años no quedabas libre y era muy difícil. En ese tiempo no era bien visto entre los directivos que el jugador quedara libre, aunque sea lo más natural y legal en todas las partes del mundo”, dijo Galindo, quien tuvo dos etapas en el viejo mundo: primero con Hércules, Grasshopper-Club Zürich (Suiza) y Eintracht Frankfurt (Alemania) en la década del 2000 y en el cierre de su carrera en Toledo, en la del 2010.
CON DAMM SE VERÁ SI YA NO HAY ‘PACTO DE ABALLEROS’
Ahora que en el futbol mexicano se acabó el ‘Pacto de Caballeros’, a partir que jugadores mexicanos que actúan en el extranjero, jugadores líderes de la Liga MX y la Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales, presionaron a la Federación Mexicana de Futbol para eliminarlo, Galindo reafirma su postura sobre lo importante de que se cumpla el reglamento mundial.
En febrero de este año, Jürgen Damm señaló que será jugador libre al término del Clausura 2020, al decidir no renovar su compromiso con Tigres. Tal parece que su destino es Atlanta United, en la MLS.
“Qué bueno, si ya no hay ‘Pacto de Caballeros’ porque eso lo único que va a hacer es ayudar al futbol mexicano, a que se hagan bien las cosas y el jugador joven tenga más poder de decisión, que pueda ver por su futuro y que tome las riendas de su carrera en esos años que son muy importantes. Se va a ver si se eliminó o no el pacto… en el caso de Damm. Me daría mucho gusto que ya no existiera, por el bien del futbol mexicano”.
Por otro lado, Aarón Galindo afirmó que le hubiera gustado mucho retirarse en Cruz Azul, “por el enorme cariño que le tengo al club, y por las experiencias no solo futbolísticas, sino personales que tuve con ellos”, pero no se le dio ni lo pidió, pues cuenta que tras dejar Toluca en 2017 quiso volver a España, terminar ahí su carrera para luego meterse de lleno en los planes que lleva a cabo desde hace más de un año.
“Jugué un año en Toledo (Segunda B) porque tenía planeado estudiar un máster en gestión de empresas deportivas en Madrid e ingresar al curso de entrenador. Se me dio todo, jugar un año más en España para irme adaptando e ir arreglando mis cosas para dar el siguiente paso. Todo se acomodó como yo quería. Creí que me iba a beneficiar venirme para acá y prepararme para mi siguiente etapa que continuar en Primera División, tal vez no al nivel que algunos hubieran pensado”.
Hizo el máster que deseaba y ahora estudia el curso de entrenador UEFA. “Me preparo para en un futuro poder ayudar al deporte en mi país, no solo al futbol. Por poquito que sea, me gustaría poder aportar algo de calidad”.