MÉXICO -- Lo primero que le dijo José Saturnino Cardozo a Guillermo Álvarez, presidente del Cruz Azul, cuando lo firmó para jugar la Copa Libertadores de 2001, fue: “vamos a llegar a la final”. El directivo celeste fue incrédulo, le agradeció la confianza al paraguayo y se tomaron un café. El sudamericano cumplió su palabra.
“Cuando me contrató Billy Álvarez le dije que tenía buen equipo para llegar a la final de Libertadores. No me creyó tanto. En Rosario Central, le dije, ‘presidente el equipo puede llegar a la final’, me respondió que le gustaba mucho mi actitud, pero es la primera vez que jugamos la Copa Libertadores y no es nada fácil llegar”, explicó José Saturnino Cardozo, ex jugador del Cruz Azul y Toluca.
El paraguayo jugó ocho partidos como celeste y anotó cuatro goles. El sudamericano tenía experiencia en la Copa Libertadores, pues había jugado una final con la Universidad Católica de Chile, en los noventa.
“Yo sé, me había tocado jugar una final de Copa Libertadores con la Católica de Chile, sé perfectamente lo que es jugar una final en ese torneo. Estuvimos tomando un café en el hotel y le dije que íbamos a llegar a la final. El equipo está fuerte y sólido”, recordó el sudamericano. “Cuando llegamos a la final, me dijo Billy que esto era increíble. Éramos un equipo novato, que nos metimos hasta la cocina y defendíamos a muerte”, complemento.
Cruz Azul intentó retener a Cardozo al final del torneo, por petición del técnico José Luis Trejo, pero el Toluca no dejó salir al futbolista.
“Antes de jugar la final, hablaron conmigo para que me quedara en Cruz Azul. Primero fue José Luis, pero fue algo difícil, porque creo que la directiva de Toluca le había pedido a Cruz Azul que no le calentaran la cabeza a su jugador. Era difícil, porque el técnico me pedía. Los jugadores, compañeros, me querían. En ese momento no tenía contrato con Toluca, pero siempre tomé la mejor decisión para mí”.