Al inicio del Siglo XXI, a la par que los técnicos de Chivas preparaban a sus equipos, un equipo de publicistas y creativos de rojiblancos planeaban los desplegados que aparecerían en periódicos un día antes o después del partido contra determinados clubes, para crear rivalidad y aumentar la identidad con la marca.
“Chivas estaba catalogada entre las 10 marcas más reconocidas, pero no se explotaba. Entonces, con los desplegados y otras estrategias, hacíamos que los productos y las playeras se vendieran más en el anaquel”, comentó Juan José Frangie, a ESPN.
Los desplegados eran planeados por un grupo de publicistas sudamericanos y mexicanos, eran aprobados por el empresario tapatío Jorge Vergara, y al otro día aparecían en los principales diarios del país o en publicaciones internacionales, dependía del lugar en el que tenía que jugar Chivas.
“En la Libertadores contra Boca Juniors sacamos un desplegado con Chespirito, que era famoso en los dos países. Por ese pagamos para que lo publicaran en México y en Argentina. Era calentar el partido”, agregó.
Eso redituó que Chivas vendiera un millón de playeras después de que fue campeón contra Toluca, en el 2006, y que el Guadalajara pudiera presumir más de dos mil 500 productos en el mercado. Hacer ruido por medio de una imagen o lema, también aplicó para las fotos que el equipo se tomaba cada temporada.
Hubo de todos, fotografías en aviones, en la planta de Omnilife, en la ciudad y hasta en el cine, con el fin de que la gente se sintiera más cerca de los jugadores que militaban en las Chivas en esa época.
Así nacieron el “Me pareció ver un lindo Gatito” y sin fin de lemas que provocaron el coraje de más de un directivo en el balompié mexicano. Esos desplegados están de vuelta en Chivas, ahora bajo la dirección de Olimpia Cabral, directora comercial y marketing del club.