23/04/2024

El hombre de las variantes: Manuel Lapuente Díaz

Jueves 11 de Junio del 2020

El hombre de las variantes: Manuel Lapuente Díaz

El 'Profe' Carrillo recuerda la preparación que tuvo el Tri rumbo a la Copa del Mundo de 1998, la cual derivó en una actuación destacada en suelo francés.

El 'Profe' Carrillo recuerda la preparación que tuvo el Tri rumbo a la Copa del Mundo de 1998, la cual derivó en una actuación destacada en suelo francés.

Así viví el Mundial de Francia 98, junto a Lapuente. En ese momento yo pertenecía al Cruz Azul y habíamos ganado el campeonato de invierno de 1997, estando en el autobús recibí la llamada de Manuel para invitarme a formar parte de la Selección Mexicana. Poco después nos reunimos en las Lomas de Chapultepec junto al 'Güero' Burillo para planear el camino a la Copa del Mundo.

Empezamos por Sudamérica, en Buenos Aires, enfrentando a nada más y nada menos que a Boca Juniors. Después viajamos a Santiago de Chile y nos metimos en el Estadio San Carlos de Apoquindo para jugar contra la Universidad Católica. Ambos encuentros los perdimos por goleada y yo no entendía cómo ayudarle a Manuel, quien buscaba “arriesgar” todos los partidos.

Nuestra concentración internacional inició en Italia, pasamos por Ascoli, Bolognia, Monte Catino y tomamos como base un centro de capacitación en Covergiano, Florencia por unos 10 o 15 días antes de que entrara la Selección Italiana. Inmediatamente nos fuimos a Roma y ahí recibió a la Selección Mexicana el Papa Juan Pablo II, una experiencia que tuve que vivir de lejos ya que Ariel González me pidió acompañarlo a la Capilla Sixtina.

Después de aquella experiencia, arrancamos a Dublín, Irlanda, para jugar contra su selección y posteriormente nos mudamos a Oslo, Noruega, para jugar contra los 'Trolls', nombrados sí por esos seres mitológicos de sus bosques que se metían en tu cabeza para representar tus propios fantasmas.

Ahí nos enfrentamos a los hermanos Flo, los mejores jugadores de Noruega y para variar nos comimos un 5-0 en un partido que sirvió de despedida para los “Trolls” en cara a la Copa del Mundo. Terminamos en la ciudad de Wolfsburgo, en Alemania, y otra vez Lapuente cambió la alineación para meter al ‘Cabrito’Arellano durante el segundo tiempo, el jugador le contestó con una tremenda actuación. Ahí fue cuando entendí el plan de Manuel, el cómo forzaba los partidos al máximo nivel, cómo arriesgaba y cómo buscaba sacar el mejor rendimiento de su equipo.

Todos los días Manuel Lapuente buscaba películas con historia de superación personal para que todas las mañanas el equipo se fuera mentalizando. Recuerdo que antes del primer encuentro tuvo una interesante charla con Cuauhtémoc Blanco, le dijo: “Por favor, los ojos del mundo están en ti, están en tu casa, en tu colonia, juega con seriedad”, pero el ‘Cuau’ no hacía más que asentir con la cabeza, así que le insistió; “Por favor, nada del “firulete” o la “cuauhtemiña” juega con seriedad”.

El 13 de junio enfrentamos a Corea del Sur en la ciudad de Lyon, donde México logró una mágica actuación gracias a un gran Cuauhtémoc y sus clásicas jugadas que permitieron los goles de Luis Hernández y Ricardo Peláez. Nuestro segundo encuentro fue en Burdeos contra Bélgica, ahí el Tri sacó un empate con solo 10 hombres en la cancha gracias a los tantos de García Aspe y Blanco, un tanto del americanista que terminó siendo el mejor del torneo.

Finalmente encaramos al poderoso equipo de Holanda con Overmars, Cocú, Jaap Stamp, Bergkamp. Con una extraordinaria actuación, la Selección Mexicana cambió un marcador en contra a un empate 2-2 con goles de Peláez y Hernández para clasificarnos a la siguiente ronda, donde nos encontramos con Alemania.

El encuentro fue en Montpellier y lo íbamos ganando, pero Luis Hernández y Palencia fallaron ante la puerta y no marcaron un penalti al ‘Cabrito’ Arellano. Los alemanes hicieron cambios estratégicos muy interesantes acomodando a tres centros delanteros, Klinsmann, Bierhoff y Kristen. Un equipo que venía de ser campeón en la Eurocopa, y al que México le jugó de tú a tú, pero fue un gol de Bierhoff que nos eliminó de esa Copa del Mundo de Francia 1998.

De esta experiencia quiero resaltar el tremendo trabajo del ‘Güero’ Burillo por permitirnos una gira internacional y darnos la facilidad de una preparación físico, técnico y táctico. A Jimmy Goldsmith, donde quiera que esté, nuestro eterno agradecimiento por sus contactos que abrieron esa maravillosa gira mundial.

Pero lo más importante fue el JUEGO COLECTIVO que Manuel Lapuente fue inculcando poco a poco en el equipo. Él supo elegir a los jugadores, todos de casa ya que ninguno estaba en Europa en ese momento; supo manejar una increíble estrategia.

Futbolistas mexicanos tan distintos, ya que Lapuente aprovechó a jugadores de la Copa del Mundo de 1994 encabezada por Mejía Barón, a hombres de los Olímpicos que trabajó Carlos de los Cobos y a su grupo de confianza que conoció en Necaxa, el equipo de la década; juntó a un grupo de jugadores mexicanos que eran muy diferentes entre sí, pero que tenían un extraordinario nivel de inspiración y que fueron capaces de SORPRENDER al mundo.

Así lo viví.

Esto es, ‘Desde la Cancha’, para ESPN

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