El exdefensor de Cruz Azul, Norberto Ángeles afirmó que el Estadio Azteca colmado de aficionados en toda su capacidad, como pasó en la Final de ida de la Copa Libertadores en su edición 2001, ante Boca Juniors, pesaba seis veces más que una Bombonera repleta de hinchas argentinos.
Hace 19 años, los cementeros pelearon una Copa Libertadores histórica, pues fue la primera vez que un equipo mexicano llegaba a una final de la justa sudamericana, que abrió en el Coloso de Santa Úrsula el 20 de junio de 2001 y cerró en cancha Xeneize el 28 de ese mismo mes.
“La verdad, allá la gente es más apasionada; cuando nos tocó jugar contra River Plate, llevábamos a los custodios de Boca Juniors y cuando jugamos contra Rosario Central, igual. Ellos ya sabían qué movimientos hacer para evitar cualquier incidente, pero en realidad, tener el Estadio Azteca lleno, yo creo que es el estadio más imponente. Ver el estadio de Boca Juniors lleno no me impresionó tanto como ver el Estadio Azteca apoyando a Cruz Azul”.
“La verdad que impone más, impone unas seis veces más que La Bombonera. Cuando llegamos allá, nosotros ya habíamos jugado en el Estadio Azteca lleno y ahí si te temblaban las piernas al salir a calentar, pero ya en La Bombonera, yo creo que la confianza que tenía todo el plantel, más la preparación que ya llevábamos, el estilo de juego que nunca perdimos; el profe siempre jugaba con línea de tres,te brindaba la seguridad para saltar bien al terreno de juego”, explicó.
“Obviamente, la gente, desde que sales a calentar, ya están apoyando a su equipo con cantos; no paraban de cantar, de brincar. Nosotros le pedíamos al doctor Jiménez que nos diera algo para relajarnos, porque sí era mucha presión".
"Esos momentos no se disfrutan, se sufren por la presión, porque quieres hacer las cosas bien. En ese momento todos los equipos se unieron; era por la emoción de que un equipo mexicano estuviera jugando una Final de Copa Libertadores, era el momento de sentirse orgulloso de México y de Cruz Azul”.
Afirmó Norberto Ángeles: “El Profe Trejo y su cuerpo técnico nos hablaban, nos decían que hiciéramos lo que normalmente hacíamos, que era tratar de hacer primero lo que nos correspondía en cada posición, y hacerlo lo mejor que pudiéramos. Y que si después podíamos aportar algo más, bienvenido, pero que estuviéramos muy tranquilos, que teníamos su respaldo; que estaban muy orgullosos de estar jugando la final y de que ellos fueran nuestros entrenadores”.
“Ocurrió algo muy importante, que a lo mejor muchos no recuerdan, en ese momento Ángel ‘Matute’ Morales se enfermó, le dio un cuadro gripal muy fuerte. Ya iba un poco resentido, y ya estando allá se le complicó por el vuelo y por el cambio de clima. El doctor y los ‘profes’ decidieron que no jugara, pero no había preocupación porque no estuviera, porque al final entró mi compadre Tomás Campos y lo hizo igual, lo hizo muy bien”, detalló.
-¿Qué se decían entre ustedes cuando cayó el gol de Palencia, que emparejó el marcador global en La Bombonera?
“Obviamente, daba emoción; después de eso, seguíamos tratando de hacer el mismo futbol que veníamos practicando, que era buscar mucho el arco contrario. Cuando nos fuimos a penales en la Final de Primera A contra Irapuato, el profe Trejo nos dijo: ‘¿Quién quiere tirar?’. En esta final fue igual, preguntó quién se sentía bien para tirar, y los que levantaron la mano fueron los que tiraron. Y el Profe, dijo: ‘Paco Palencia va de primero’, parece que Pablo Galdames de segundo, José Alberto Hernández de tercero, Pinheiro de cuarto, y cerraba Sergio Almaguer”.
Señaló que, al fallar en su oportunidad José Alberto Hernández, uno de los jóvenes en aquella plantilla, le dijeron "que no pasaba nada".
"Todos estábamos orgullosos de que él se atreviera a tirar. La verdad que si me hubieran dicho: ‘Tiras tú’, yo creo que tiraba primero el profe Trejo y después yo. La presión era impresionante”, concluyó.