LOS ÁNGELES - Incluida la bofetada en el marcador (2-2) y una serie de soponcios en el cierre del juego, Argelia fue más generosa en ímpetu e intensidad que los Países Bajos. Pero, más allá del beneficio futbolístico que los optimistas subrayarán, México empaca dudas y deudas en su gira, mientras se prepara para un nuevo viaje en noviembre, ahora contra Corea del Sur y posiblemente Japón.
Hay un beneficiado absoluto entre el periplo: el técnico Gerardo 'Tata' Martino. Le sabotearon la convocatoria y la logística; le obligaron a ir hasta a la zona de saldos (MLS), para completar la nómina, y entrega dos resultados que retintinearán en el ranking de la FIFA, una de las obsesiones de la FMF.
Claro, México jugó casi 50 minutos con un hombre más. Y a partir de la ventaja numérica perdió la brújula y la marea argelina lo puso a zozobrar.
Pero, Martino confronta dos naufragios, sin botes de rescate a la vista. Un S.O.S. en medio de la nada. Como ante Los Países Bajos, surgió la histeria: México no tiene, y difícilmente tendrá, una línea confiable de zagueros. Ninguno, absolutamente ninguno de los que metió a la improvisada probeta europea, demostró llenar los requerimientos.
No hay espacio ya para Héctor Moreno, quien evidencia la descalcificada fecha de caducidad a flor de piel, mientras que el resto de los integrantes derrochan una inocencia, bobaliconería y candidez, que rayan en una palabra que debe espantar en el futbol moderno: estulticia. Los jugadores pasmarotes no deben ni acercarse a zona mundialista.
Es obvio que este híbrido que montó Gerardo Martino reflejó la falta de trabajo, de colectivo, de comunión grupal. Eso es entendible en la generación de futbol, en la alianza para generar caos en el rival, aún tendrán que leerse entre sí, en un equipo reconstruido por bajas de juego, jubilados en la MLS, avejentados, y hasta damnificados por el COVID-19, que marginó a Hirving Lozano. Sin embargo, en el fondo, los errores del Tri no son por la carencia de trabajo. Son disparates de decisión y de indecisión. Es decir, se equivocan en la jugada que eligen, pero además se equivocan al no saber elegir su acción inmediata. Argelia sacó la sangre guerrera al jugar con diez, y México se fue de shopping, y regresó hasta que Mahrez le hizo el 2-1, cuando había dos zorros desérticos en medio de seis jugadores aztecas. México tiene menos defensas que un estofado de murciélago en Wuhan, China.
Es decir, por mucho que trabaje Martino con ese grupo de zagueros, los resultados serán los mismos: histeria en balones aéreos, en mano a mano, en paredes, en contragolpes, en desbordes, en marcas personales, por zona o mixta. Urge clonar a Rafa Márquez… o ya por lo menos al Pikolín Palacios. Hay maderitas que nunca agarrarán el barniz.
El frustrado número uno de la jornada es Raúl Jiménez. Es el erudito del gol del futbol mexicano. Y lo corrobora en la jungla maravillosa de la Liga Premier. Este martes, ante Argelia tuvo tres posibilidades de gol inmejorables. Le ganaron los nervios. Parecería que la camiseta mexicana le pesa más que el liderazgo en los Lobos.
Sin embargo, Jiménez participó en las anotaciones, y en entregar a sus compañeros balones ansiosos de red, que lamentablemente fueron pateados con la espinilla y desperdiciados. En el primero, olisquea la irrupción de Tecatito Corona a sus espaldas, mientras en el segundo, sacó el manual de “Cómo aprender a dar un pase de gol a lo Messi en cinco segundos”, y le filtra el balón a Diego Lainez, con un 'globito' envenenado, y que éste remata con toda esa rabia contenida, esa hambre retenida de cancha y gol, y hace el 2-2 del rescate tricolor.
¿Héctor Herrera? Otro gris primer tiempo, y un mejor segundo periodo. México había tomado la ventaja, con todos los ingredientes del gol: errores del adversario y astucia de los propios. Héctor Herrera elige mandar a Tecatito por el centro, quien conduce, caracolea, y filtra a Jiménez, quien queda forzado en la diagonal de la jugada, pero adivina el relevo de Corona. Éste encara a M’Bolhi y lo vence arriba por el centro.
¿Quiere ser exageradamente optimista? Hubo una situación inusual por el Tri, pero situación afortunada para este Tri. Este martes sufrió para generar, pero entre las pocas, casi no hubo desperdicio, con el refrendo de la obviedad: Raúl Jiménez y Tecatito Corona reflejan el oficio de ser titulares en el futbol europeo, con plenitud física de por medio.
Además, a México le sienta bien una cátedra eventual de dureza y rudeza. La tuvo este martes. La confrontación física, especialmente para un futbolista mexicano, que suele ser blandengue desde párvulos, en aras timoratas del fair play. Marchaba mejor esta faceta educativa, hasta que el silbante se obsesionó con las amarillas, entendible cuando hay un par de barridas con las suelas a la altura del tobillo. Resultado de ello es que Guedioura es exiliado con doble amarilla a los 55 minutos.
Por eso, insisto, el más beneficiado fue Gerardo Martino. Regresa invicto con un equipo más hecho 'garritas' que vestido de La Cenicienta antes del Hada Madrina. Esta gira en tiempos de contingencia, le da crédito, para que en la gira de noviembre, los técnicos en México, especialmente los quejumbrosos Miguel Herrera y Víctor Manuel Vucetich, contengan sus lamentos y sus gimoteos.