Osasuna 0 – 0 Real Valladolid
Uno de los encuentros más interesantes de la vigésima jornada de LaLiga Santander se iba a desarrollar en El Sadar, el fortín de Osasuna, ya que tan solo Athletic de Bilbao y Real Sociedad han sido capaces de salir triunfadores hasta la fecha. Los pupilos de Jagoba Arrasate están firmando un magnífico curso en su regreso a la categoría de oro del deporte rey a nivel nacional, al tiempo que el Pucela deseaba garantizar su permanencia en Primera División por segundo curso consecutivo. En el recuerdo, el empate de la ronda inicial a orillas del Pisuerga, pese a la superioridad en el terreno de juego exhibida por la entidad de Pamplona.
La primera oportunidad de cierto peligro correría a cargo de Sergi Guardiola, aunque su golpeo se marcharía por encima del travesaño. La réplica la pondría instantes más tarde el equipo local, preciso instante en el que Jordi Masip realizaría una intervención más que meritoria al anticiparse con mucho acierto. Probaría fortuna Raúl García Carnero, recién llegado en calidad de cedido por el Getafe, si bien es cierto que su disparo sería atajado por el cancerbero rojillo. Osasuna tuvo que afrontar un contratiempo antes del descanso, dado que Oier Sanjurjo se retiró del césped por problemas físicos para dejar su lugar en el campo a Jon Moncayola. Tras la reanudación, Enes Ünal, que está de dulce en los envites más recientes, obligaría a Sergio Herrera a tirar de reflejos para que el cuero acabara en el fondo de las mallas de su portería. Igualmente, Guardiola tuvo una ocasión muy clara para poner por delante a los suyos, pero su vaselina sería repelida por el larguero. Los de Arrasate dieron un paso al frente en los compases decisivos del envite, arrinconando a la escuadra blanquivioleta, pero el duelo finalizaría con el resultado gafas en el electrónico después del pitido decisivo del trencilla.