02/05/2024

La dirigencia nacional no debería ser mezquina con los hinchas

Martes 21 de Julio del 2020

La dirigencia nacional no debería ser mezquina con los hinchas

Antes de profundizar en el titular de esta columna debemos recordar que el hincha es uno de los referentes en cualquier programación deportiva.

Antes de profundizar en el titular de esta columna debemos recordar que el hincha es uno de los referentes en cualquier programación deportiva.

Antes de profundizar en el titular de esta columna debemos recordar que el hincha es uno de los referentes en cualquier programación deportiva. Sin su presencia en los escenarios no existieran las fenomenales obras de infraestructura, no aparecerían las fibras emotivas en las gradas. Los clubes no cubrirían los presupuestos para las contrataciones y pagos a los deportistas, además de otras realidades existentes. Al pagar su boleto, el hincha afianza las bases económicas de los clubes y da vía libre a las instituciones que, al ser dirigidas por personas honradas, logran ser capaces de tener su propia sede, su complejo deportivo y por qué no soñar con cosas monumentales. El hincha es el principal aporte de un club y quien lo niega, está perdido en el planeta tierra.

Recordemos que antes de que aparezcan los auspiciantes los directivos invitaban, a través de los medios de información, a que los fanáticos asistan a cada jornada. Esto era visible en todos los escenarios del mundo; líneas que aclaran el poder aun en lo económico que brindan los hinchas al acudir a ver a su equipo en los deportes colectivos así como en las ramas individuales.

Cuántas instituciones y clubes se han fortalecido con el hincha. Como ejemplo están la propia FIFA, la Confederación Sudamericana de Fútbol, las otras confederaciones, los equipos ídolos e insignes de los 211 países que elevan al balompié en el podio del deporte. Hoy los patrocinadores son también un respaldo económico y se les retribuye ese apoyo con las imágenes de sus productos colocadas en pancartas o vallas publicitarias dentro de los estadios. O hasta en la indumentaria de los deportistas.

Y para ratificar la presente nota tenemos que hacer énfasis en los dolorosos golpes económicos que tienen todos los equipos del mundo por la pandemia del COVID-19, al no tener presencia los hinchas en los partidos programados. Una reflexión sencilla pero práctica.

Así se enojen los directivos que programan las reuniones futbolísticas por decirles que son unos mezquinos con el hincha al no estimularlos con un sorteo. Premios que irían de acuerdo a la asistencia; por ejemplo, en un clásico sortear un auto, nos imaginamos cómo la familia y el barrio recibiría a ese hincha ganador. Otro tipo de alicientes puede ser sortear computadoras, motos, becas de estudio, lavadoras, cocinas, en fin, objetos que animen a una mayor concurrencia. Con ello ganarían el hincha, el fútbol y las arcas del equipo.

No más palabras... (O)

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