Un proyecto ilusionante al que le falta un quaterback
Nos puede haber gustado más o menos, pero los Jets de los últimos años han sido Broadway exportado a la NFL. Bomberos histéricos renegando de su equipo, entrenadores aficionados a los masajes de pies, jugadores saliendo con Eva Longoria. ¡Fiesta! ¡Espectáculo a toda costa! Exuberancia en cada declaración, partido y jugada. ¡¡¡Fútbol!!!
Porque podemos criticar lo que queramos de la etapa de Rex Ryan, pero el entrenador imprimió en los Jets un carácter y un espíritu gamberro que a nadie ha dejado indiferente, y que pese a su accidentado final ha tenido mucho éxito. Y como en Nueva York no son aficionados a los incendios, han decidido hacer una transición suave hacia otro especialista defensivo, Todd Bowles. Eso sí, con mucha menos afición al vodevil.
En el draft se llevaron un premio gordo con Leonard Williams. En la agencia libre recuperaron a Revis y Cromartie, dos perlas para su secundaria, sorprendieron con Brandon Marshall, un receptor de campanillas, y consiguieron un corredor de garantías como Stevan Ridley para completar un backfield polivalente. Por eso, su plantilla, que en los últimos tiempos pecó más de falta de equilibrio que de buenos jugadores, ahora parece más sólida que nunca. Los de la Gran Manzana amenazan con irrumpir dando portazos con un sistema camaleónico tanto en defensa como en un ataque en el que Chan Gailey, su coordinador ofensivo, se enfrenta al reto más complicado de su carrera.
Y es que si casi todo parece entusiasmante en estos renovados Jets, cuando miramos ese puesto al que todo el mundo le quiere quitar importancia, pero que casi siempre se convierte en alfa y omega, se nos puede caer el alma a los pies. Geno Smith el titular y Ryan Fitzpatrick como relevo indispensable. Según muchos gurús, Geno Smith es el quarterback perfecto para la filosofía de Gailey y nadie puede negar que Fitzpatrick jugó sus mejores snaps a los mandos de su actual coordinador, pero de entrada parece más un consuelo resignado que un razonamiento serio.
Durante algunas semanas los aficionados de los Jets soñaron con un Mariota aterrizando en el JFK como un milagro del draft. No pudo ser, pero eso no impidió que, por una vez en la vida, se convirtieran en unos de los grandes ganadores de la elección colegial. Ahora solo falta que su imagen renovada se confirme durante la temporada… con permiso de don Geno Smith, un especialista en provocar incendios, muy capaz de terminar el solo con el proyecto más ilusionante.
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Las tres claves del equipo por Gonzalo Estradé
1 Darrelle Revis vuelve a su casa para formar parte de una defensa impresionante. Con el 24 de nuevo vistiendo el verde y blanco, los Jets tendrán una secundaria que se aproxima al nivel de su estelar línea defensiva. Con Revis, Wilkerson y Richardson juntos, Todd Bowles tendrá en sus manos un grupo que podría marcar una época en la NFL.
2 Con Chan Gailey al mando de la ofensiva, los Jets cambiarán por fin de mentalidad, dejando atrás el juego terrestre que ha caracterizado las últimas temporadas. Gailey impondrá un sistema más abierto, facilitando el juego de pase y dando espacios a los jugadores ofensivos. Una oportunidad única para que el ataque resurja tras años de decadencia.
3 Los grupos de receptores y corredores han mejorado notablemente en los últimos años: Chris Ivory, Eric Decker, Brandon Marshall, etc. Pero nada de esto importará si no consiguen mejorar en el puesto clave, el de quarterback. No necesitan una estrella, solamente un QB funcional y si Geno Smith no es capaz de eso, llegará el turno de Ryan Fitzpatrick.
Lo mejor
1 La línea es el bastión defensivo del equipo. Wilkerson y Richardson son imparables.
2 Brandon Marshall lidera un grupo de receptores polivalente y capaz de ayudar a su QB.
3 El regreso de Revis cambia la cara de la secundaria y la devuelve a su más alto nivel.
Lo peor
1 Si Geno Smith no progresa, el ataque se hundirá al mismo ritmo que su quarterback.
2 El cuerpo de linebackers está un escalón por debajo del resto de la defensa.
3 Hay jugadores nuevos en la línea ofensiva titular que generan muchas incógnitas.