Nadie se salva en este Cruz Azul. La crisis que atraviesa el equipo ya le costó el boleto a la final de la Copa Mx y está cerca de cobrarle también la Liga. La Máquina se dirige hacia otro fracaso en este Clausura 2017, en el que alargará a tres años su ausencia en la Liguilla, y a 20 la sequía de un título de Liga.
Es cierto que a la temporada aún le queda un tercio de competencia, seis juegos en los que La Máquina podría conseguir el milagro de levantarse; sin embargo, el paso del equipo va en decadencia y es poco probable que pueda ganar cinco de los seis partidos que le restan. Si Cruz Azul quiere meterse a la fase final, necesita acumular triunfos consecutivos, algo que no ocurre desde el Apertura 2015, y ganar como visitante, otra tarea pendiente en este semestre.
De esta manera, y con todo en contra, el proyecto de Paco Jémez entra en una fase decisiva, en la que pueda jugarse su continuidad, toda vez que le queda contrato hasta diciembre, pero un cierre desastroso puede precipitar las decisiones de la directiva.
Ayer, Eduardo de la Torre, director deportivo del club, lo dejó muy claro: nadie tiene su puesto seguro y todos serán analizados al término del torneo con base en los resultados obtenidos.
"No, ni uno ni lo otro (nadie está ratificado ni descartado), cuando no se consiguen los resultados, todos los que participamos tenemos que ser evaluados, todos: jugadores, cuerpo técnico y directiva", dijo a MILENIO Televisión.
Eso sí, también dejó un mensaje claro para el entrenador, quien una y otra vez ha lamentado la mala suerte que ha tenido su equipo, al señalar que el no definir los partidos también es una falencia.
"Esa es una verdad (que se dominan los juegos), pero también lo he hablado con Paco y con los jugadores, y eso no es sufi ciente; dominar al rival, tener más opciones, hacer partidos donde tenemos la propuesta y después perder con uno o dos ataques que nos hagan, tiene también su grado de responsabilidad; no podemos hablar de que jugamos bien, porque de otra manera tendríamos más puntos. Uno entiende que esas cuestiones, si lo quieres asociar con la mala suerte, te puede pasar dos o tres veces, pero no siete".
EL PAPEL DE LA DIRECTIVA
Después de 20 años sin conseguir un título de Liga, la directiva de La Máquina se convierte en la primera señalada siempre que hay una crisis, y ahora no es la excepción. El equipo de Guillermo Álvarez Cuevas desde hace mucho perdió el protagonismo y se convirtió en uno del montón.
Desde hace un año y medio se encomendó a Eduardo de la Torre ser el responsable del parte deportiva del club, puesto que ya había ejercido en la década pasada con un saldo de dos finales disputadas, sin embargo, en esta ocasión no ha tenido resultados favorables.
Ayer, De la Torre asumió la responsabilidad: "Ahorita nosotros estamos para aceptar todas las críticas, incluso hasta las más radicales".
1.- La elección del entrenador: Hoy, que el torneo está a punto de perderse y que en la Copa fue eliminado, las dudas sobre la elección de Paco Jémez son más que justificadas. La realidad y los números señalan que no fue la mejor.
Hay que recordar que el Yayo hizo todo un estudio de los candidatos, se entrevistó con ellos y al final apostó por el proyecto de Jémez. El único, de los que se llegaron mencionar, que no conocía el medio mexicano, y el que tal vez necesitaba más tiempo para implantar su idea futbolística. Falta ver si se le dará continuidad.
2.- Refuerzos a destiempo... otra vez: Cruz Azul hizo un esfuerzo enorme por tener a sus refuerzos en tiempo y forma. No lo consiguió. Por una u otra razón, dos de los cuatro jugadores que se ficharon (Martín Rodríguez y Cauteruccio) no lograron estar para el arranque de la temporada. Jémez tuvo que llevarlos poco a poco hasta poderlos integrar de lleno, pero para su mala fortuna también se han lesionado durante algunos lapsos de la temporada. De los cuatro fichajes, el de Caute es el que ha quedado a deber, debido a que llegó con cartel de goleador, pero en la Liga ni siquiera se ha podido estrenar.
3.-La falta de mano dura: Siempre que hay una crisis, en Cruz Azul impera el discurso del apoyo y la continuidad. Para nadie es un secreto que La Máquina es una de las instituciones que más apapachan a sus elementos, tal vez eso provoque el confort de varios de sus integrantes.
Pocas veces se han tomado medidas disciplinarias, o al menos no se han hecho públicas. En esta época negra de Cruz Azul, en la que vive la peor crisis de su historia al quedar fuera de cinco Liguillas consecutivas, se esperaría una reacción más enérgica de la directiva celeste.
LA FRIALDAD DEL PLANTEL
Los actores más importantes de esta calamidad llamada Cruz Azul son los jugadores. Nuevamente el plantel está en el ojo del huracán con calificativos como pechos frío, indolentes, etc.; sí, ellos deben ser los ejecutores de un sistema de juego, los que deben definir las jugadas y cubrir bien la retaguardia. Pero, ¿qué sucede en un equipo que semestre a semestre ficha buenos elementos que no logran rendir como en otros clubes? Hay muchos supuestos, pero nadie se atreve a decir a ciencia cierta qué es lo que pasa, lo único cierto es que esta plantilla se ha convertido en una de las más perdedoras del futbol mexicana, lejana a la que en otras décadas encumbró a este club.
1.-Un vestidor contaminado: Lo de Cruz Azul parece algo crónico. Pueden llegar elementos de gran cartel y personalidad, pero parece que al poco tiempo se contagian de lo que impera en La Máquina, además, la cuestión anímica golpea mucho. Este conjunto es emocional, una mala racha y se derrumba. La directiva se ha esforzado por mantener una columna vertebral con elementos como Christian Giménez y Jesús Corona, pero tal vez lo mejor sería formar un nuevo grupo con líderes que no estén tan afectados por los malos resultados.
2.- Jugadores en bajo nivel: En los últimos años el nivel de varios ha caído considerablemente. Por ejemplo, Julio César Domínguez nunca se llegó a consolidar como ese zaguero que prometía en sus inicios; Francisco Silva no es el contención que ejerció de líder en Chiapas; ni qué decir de Joao Rojas, que da un juego bueno por tres malos. Hasta Jesús Corona ha cometido errores en los últimos torneos. De los refuerzos, Cauteruccio está muy lejos de ser el goleador que se anhelaba, mientras que Jorge Benítez cada torneo va de mal en peor.
3.- Piezas que no embonan: Tal parece que el plantel que se le dio a Paco Jémez no era el adecuado para su estilo. Por ejemplo, al español le gusta atacar y dejar casi en mano a mano a su defensa, pero para ello necesita zagueros rápidos, razón por la que incluso llegó a mandar a la tribuna a Enzo Roco, seleccionado chileno; en el mediocampo, Rafael Baca le ganó la partida al Gato Silva, uno de los fichajes importante del torneo pasado, pero que no es rápido, y adelante, Cruz Azul sencillamente no tiene un delantero con garantías.
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