El Zenit inauguró hoy en San Petersburgo el estadio que acogerá el 2 de julio próximo la final de la Copa Confederaciones, en 2018 una de las dos semifinales del Mundial de Rusia y en 2020 partidos de la Eurocopa.
El defensa serbio Ivanovic, procedente del Chelsea, fue el encargado de marcar el primer gol en el "San Petersburgo Arena" al anotar de cabeza a los 86 minutos de partido ante el modesto Ural.
El Zenit, que tuvo muchas dificultades para derrotar al equipo de Yekaterimburgo pese que los visitantes sufrieron tres expulsiones, selló la victoria en el minuto 90 por medio del delantero francés Yohan Mollo.
Por motivos de seguridad, sólo 20.000 espectadores pudieron acceder hoy al estadio, cifra que se duplicará en el próximo partido oficial que acoja, según Vitali Mutkó, presidente de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR).
"En el tercer partido se abrirá todo el estadio", adelantó Mutkó, quien reconoció que existen aún algunos problemas técnicos y el césped aún no se encuentra en perfectas condiciones, ya que la primavera aún no ha llegado a la antigua capital zarista.
La construcción del nuevo estadio del Zenit, que tiene capacidad para 68.000 espectadores, comenzó en 2007 y ha estado salpicado de numerosos retrasos, cambios de empresa constructora, aumentos del coste, parones, problemas estructurales y escándalos de corrupción.
Construido en el mismo lugar en el que se encontraba el viejo estadio Kírov, debería haberse inaugurado originalmente en 2009 y es considerado uno de los más caros de la historia, ya que su coste aproximado es de 50.000 millones de rublos (más de 800 millones de euros).
El nuevo estadio del Zenit fue diseñado por el arquitecto japonés Kise Kurokawa, que falleció en 2007, y es muy similar al Toyota Stadium de su país, obra del mismo arquitecto.
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