Las mexicanas Lorena Ochoa y Paola Espinosa están convencidas que el deporte no está peleado con ser madre, un camino de pasión al que también le dedicarán su vida.
Muchas atletas han combinado sus disciplinas y la maternidad, ya que cada una de ellas ha dedicado esfuerzo y amor al sueño de formar una familia y dedicarse a ella. El alto rendimiento también se refleja en casa.
PAOLA ESPINOSA
La doble medallista olímpica está próxima a estrenarse como mamá, una emoción más a su exitosa trayectoria en las piscinas mundiales; "estoy viviendo una etapa de mi vida totalmente distinta, estoy muy contenta y feliz con Ivana (su hija) dentro de mí. En mi pancita ya siento cómo se mueve".
Paola está segura que el embarazo no afectará su carrera deportiva; es más, es un reto que disfrutará por el resto de su vida.
"He visto a muchas mujeres trabajar y tener hijos al mismo tiempo, yo puedo hacer mi deporte y ser mamá a la vez, no creo que exista algún impedimento para eso".
Para la clavadista mexicana significa mucho el convertirse en madre, un objetivo más que le quitará el sueño, pero será ese aliciente para ofrecer su mejor versión, de cara a Tokio 2020.
"Es un sueño más cumplido, un objetivo más, finalmente sí, soy deportista, pero también soy mujer y todo el amor que tengo va a ir para mi hija; aún no la conozco, no sé cómo es, pero ya deseo tenerla conmigo. La llegada de Ivana va a cambiar muchas cosas", comentó.
Paola está convencida que el deporte y la maternidad son elementos que se complementan de la mejor manera. El cariño como motivación es el arma más poderosa para triunfar.
"Estando dentro de la alberca o afuera de ella, siempre voy a ser mamá, voy a estar preocupada por mi bebé, quiero estar tan al pendiente de mi hija, que me la tenga que llevar al gimnasio o la alberca".
Espinosa ha tomado un descanso dentro del agua, pero continúa realizando algunas actividades con su fundación, labor social que apuntalará su siguiente paso; también tiene una academia, y el principal objetico es que el ejercicio se vuelva un hábito divertido para los niños. Ivana llegará al mundo bajo el cobijo, temple y esfuerzo de una atleta al cien por ciento.
LORENA OCHOA
La ex golfista mexicana es parte del Salón de la Fama del golf mundial, cúspide de su carrera que amplió con la llegada de su primer hijo hace casi 7 años, el pequeño Pedro; dos años más tarde llegó Julia, y en enero del 2016 se convirtió en madre por tercera ocasión: Diego está en el podio de una Lorena en plenitud.
"Para mí, el jugar golf es algo que amo, pero me tuve que retirar para poder formar una familia, es algo muy bonito, pero es complicado, el tener a tus hijos y seguir en el deporte".
Sin embargo, lo complicado es algo que llevó precisamente a Lorena a lo más alto de su disciplina, y ve en la coreana Yuli Inkster a una inspiración natural porque ella, a pesar de que tuvo a sus hijos, siguió en el green y hasta logró el sueño de todo deportista: ingresar al salón de los inmortales.
Lorena no está jugando de manera oficial, pero sigue activa y ha sabido manejar el rol de disciplina y el ser mamá; apenas terminó su torneo en la Ciudad de México, en donde invitó a las mejores 64 golfistas a nivel Internacional, y mantiene a la par la promoción de su popularidad; eso sí, con sus tres hijos como principal motor para seguir adelante: mamá es inagotable.
¡Lo que tu mamá sí quiere que le regales!