Los golpes que determinaron la pelea de revancha entre Andre Ward y Sergey Kovalev fueron justo en el límite entre el cinturón y la concha provocando que el referi Tony Weeks detuviera la pelea en el octavo asalto dando el triunfo al campeón estadunidense, quien mantuvo las tres coronas mundiales de los semicompletos de la Asociación y Organización Mundial de Boxeo y de la Federación Internacional de Boxeo.
El desenlace de la pelea llegó a 40 segundos del octavo episodio en un duelo que le significó el 32-0 al nativo de California.
“Era una pelea, hay golpes, no estaba yo lastimado y me pegó claramente golpes ilegales”, acusó el ruso que sumó su segundo descalabro profesional.
Momentos antes de que Weeks detuviera la contienda, Ward logró conectar un volado a la mandíbula que dejó muy lastimado a Krusher al punto que dejó de tirar hasta el momento en que detuvieron la pelea.
“El referi detuvo la pelea, yo gané y no hay duda de eso. Siempre que gano hay críticas”, dijo el monarca visiblemente molesto por las críticas instantáneas antes de bajar del ring.
Kovalev subió con impulso al ring metiendo el trabajo de izquierda sin dificultades en el rostro y cuerpo del campeón, pero cambios en la estrategia sumado a que Kovalev no obedeció las órdenes de su esquina, que lo mandaron a castigar las zonas blandas, beneficiaron al estadounidense a mantener las coronas y su récord sin mancha.