En la noche del Draft hubo un movimiento que se llevó toda la atención de los analistas y fanáticos de la NBA. Jimmy Butler dejaba atrás su etapa en los Chicago Bulls para ser parte ahora de Minnesota Timberwolves a cambio de Zach LaVine y Kris Dunn, junto con el pick número siete del evento en el que los novatos son escogidos por las franquicias para dar el salto a la liga.
Muchos equipos estaban detrás de los servicios del alero para la siguiente temporada, entre ellos Boston Celtics y Cleveland Cavaliers. Pero la oferta que los Wolves hicieron a los Bulls por Butler lo llevará a conformar un quinteto junto a Karl-Anthony Towns, Andrew Wiggins y Ricky Rubio para tratar de ser protagonista de la NBA en una franquicia que ha tenido varias temporadas de fracasos.
Butler fue consultado por el Chicago Tribune sobre su traspaso y cómo lo tomó en cuanto se enteró de que llegaría a Minnesota. “¿Que si estoy decepcionado? Nunca. Nada me deja en shock. Sabía que esto iba a pasar. No voy a decir que no era así”, explica el alero.
“Han escogido la ruta que han considerado. No me tortura eso. No puedo decir que me tomara fuera de juego. Solo presentía que no sabía cuándo iba a pasar. Ellos entienden que no soy lo suficientemente bueno. Pero está bien. He pasado página. Lo afronto de la manera que hago siempre, trabajar para ser mejor. Y eso haré con el uniforme de los Timberwolves”, indica Butler dando a entender que las conversaciones para su salida estaban muy adelantadas desde antes de hacerse oficial todo.
Por ahora solo tiene palabras de agradecimiento para una ciudad que lo amparó como un hijo más y una afición que siempre lo apoyó. “Chicago me acogió. Siento como que crecí mucho como persona y jugador en mis seis años aquí. Me dieron mucho y me brindaron la oportunidad de ser lo mejor que podía ser. Me hicieron querer ganar. Me permitieron venir al United Center y sacar lo mejor de mis habilidades. Chicago ha sido increíble para mí. Solo puedo decir gracias. Soy afortunado”, dice Butler.
En los Wolves se va a reencontrar con su antiguo entrenador jefe Tom Thibodeau, una buena noticia para él. “Va a ser genial, él es un ganador. Conozco su estilo de juego. Sé que querrá de mí, lo mismo que a cualquier otro en el equipo: que trabaje. Estoy emocionado. Tengo suerte de levantarme cada día y tener la bendición de ser un jugador NBA y ser un jugador más o menos decente en esta liga. No tengo ninguna queja”.
Empieza un nuevo rumbo en su carrera donde defenderá la camiseta de la franquicia de Minnesota a partir de la siguiente temporada y tienen una plantilla para hacer historia en la NBA. Faltan detalles pero todo va bien encaminado para ello.
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