Reforzar la parcela ancha acorde a los parámetros marcados por el cuerpo técnico va camino de convertirse en casi una misión imposible para el FC Barcelona. El nuevo preparador culé, Ernesto Valverde, ansía la llegada de un centrocampista que aúne manejo de balón y sacrificio defensivo y en el actual panorama mundial hay muy pocos futbolistas que cumplan ambas condiciones y sean capaces de rendir al nivel que exige una escuadra como la azulgrana.
En este sentido, en el Camp Nou tienen claro que el jugador indicado es, sin duda, Marco Verratti, pero también asumen que su contratación podría terminar resultando inviable por la férrea postura que viene adoptando el París Saint-Germain. En consecuencia, la secretaría técnica valora otras opciones, pero en todos los casos el coste de la operación se antoja elevado.
A día de hoy la gran alternativa es el brasileño Paulinho. El futbolista ha logrado reactivar su decadente carrera en el Guangzhou Evergrande y tal vez por eso, porque entiende que apostó con él cuando atravesaba un momento delicado, el club chino ya ha dejado claro que sólo le dejará salir previo pago de los 40 M€ que figuran en su cláusula de rescisión. Lógicamente, y según confirma Sport, el Barça hará todo lo posible por rebajar esa cantidad.
Igualmente, durante las últimas horas, los medios nacionales se han hecho eco del renovado interés azulgrana en Saúl Ñíguez. En este caso, su contratación resultaría aún más complicada, ya que su club, el Atlético de Madrid, vive mediatizado por la sanción de la FIFA (no puede fichar hasta enero) y ni se plantea estudiar la venta de un jugador casi blindado con una cláusula de 80 M€.