Mientras que Dana White y Michael Chiesa cargan duramente contra el árbitro Mario Yamasaki por haber detenido la pelea estelar de UFC Oklahoma City demasiado pronto, Kevin Lee tiene su propia opinión sobre quien tiene la culpa de la polémica.
El “ganador” de la pelea carga contra su rival por lo sucedido en la pelea.
Mike me robó. Pensé que iba a dar una gran pelea. Me preparé como si se tratara de una pelea de campeonato. Creí que sería iríamos a cinco asaltos. Conseguí la estrangulación y paré cuando el árbitro me dijo que lo hiciera. No soy un peleador sucio. Creo que hubiera sido peor si no lo hubiera hecho por lo que hubiera asfixiado. La única razón por la que tendría una revancha sería porque es dinero fácil. Por lo demás, prefiero pelear con Khabib Nurmagomedov.
Es verdad que el peleador estadounidense se está convirtiendo en una futura estrella, tanto por sus éxitos deportivos como por su facilidad de palabra, pero todavía le queda mucho para enfrentarse a los nombres más importantes del peso ligero.
Todo parece indicar que habrá revancha. Al menos Maverick es lo que quiere. Y seguramente el presidente de la compañía apoyará que se haga después de haber cargando tan duramente contra el árbitro.
“Este tipo está más preocupado por hacer ese basura del corazón que por arbitrar la pelea. Robó un gran momento de Lee. Deja que Mike pelee o se rinda. A nadie le importa que puedas hacer un corazón con las manos como una niña de doce años. Les importa que pongas atención y hagas tu trabajo”.
Fuente: MMA Fighting