Formarse en Pumas le brinda a la mayoría de sus canteranos un arraigo especial, que los identifica y distingue. Vestir los colores azul y oro, aunque no necesariamente integren las plantillas de la UNAM, les crea un vínculo especial con la institución, más, si desde niño se vive este proceso... Esto le sucedió a Emilio Orrantia, ahora refuerzo del América, pero de cuna felina, que desde los once años perteneció a los del Pedregal, cumpliendo con rigor todos los filtros, hasta llegar al máximo circuito. Hoy, el futbol lo tiene del otro lado.
Orrantia Treviño fue pieza de la camada juvenil que en el Clausura 2011, con el título de Liga bajo el brazo, amagó en Universidad con un recambio generacional, impulsado este grupo de inexpertos jugadores por Guillermo Vázquez, un entrenador formador; sin embargo, el cambio en la dirigencia, meses más tarde, y los malos resultados del primer equipo, obligaron a Pumas a convertir su prioridad de consolidar talentos, en contratar futbolistas ya probados y en su mayoría foráneos, rezagando la consolidación de algunos como Emilio.
Por ello, y pese a dar muestras de su talento, Orrantia partió de CU, probando primero suerte en Toluca, donde le acompañó cierta continuidad; más tarde en Santos Laguna, escenario en el que integró a la plantilla del Clausura 2015, campeona de Liga, pero sin mayor acción sobre el césped, hasta que a inicios del año pasado recaló con el Puebla. Parecía que su carrera iba a menos, que la proyección de la que alguna vez avisó, incluso en procesos exitosos de selecciones menores, como un Mundial Sub 20 y Juegos Panamericanos, solo había sido coincidencia.
Eran los últimos minutos del Régimen del Transferencias para el Apertura 2017, cuando un movimiento inesperado se anunció en las pantallas: Emilio Orrantia dejaba Santos Laguna y se enrolaba con el América… Un par de días más tarde, el propio Miguel Herrera, estratega de Las Águilas, explicaría las razones: “Fue por un intercambio y él fue el jugador que nos interesó de lo que Santos nos ofrecía; es un futbolista joven y habrá que ver cómo viene en ritmo y ayudarlo para que recupere su nivel”, dijo el timonel.
Las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar por la transferencia. Más allá de los orígenes universitarios de Orrantia, el mismo Emilio llegó a declarar más de una vez su sentir hacia el seno americanista, situación que los aficionados no olvidan: “Esta es una rivalidad que se fomenta desde que estás en La Cantera; contra ellos nos jugamos orgullo, historia y no es un partido más… A mí no me gusta nunca perder contra ellos. No lo tolero, y ganarles es sumamente especial”, señaló el apodado Charal a inicios del 2012, días previos a este clásico enfrentamiento.
Quizás fue que Orrantia no tuvo fortuna o la continuidad necesaria para triunfar en su alma mater, o tal vez, esto vino acompañado de erróneas determinaciones del jugador cuando la confianza se le brindó; como sea, su actualidad le vincula al acérrimo rival de Pumas, al que, como profesional, quiere defender a muerte: “Estoy muy feliz, el futbol me da esta oportunidad y deseo aprovecharla. No me fijo en el escudo o los colores. Agradezco a quienes confiaron en mí y no pienso defraudarlos”, mencionó hace unos días vía Whats App.
A sus 26 años, Emilio no puede darse el lujo de desperdiciar la posibilidad de trascender, así sea con el América y más allá de lo que obviamente, su corazón le dicta. La única forma de ganarse la confianza de una afición tan exigente como la azulcrema, es la redención, pero vestido de amarillo… “Me preparo muy duro, quiero ser un excelente futbolista profesional y defender la camiseta de los Pumas”, dice un joven Orrantia (13 años máximo), en un extracto de entrevista que se encuentra en Youtube. Sus metas solo cambiaron de escenario.
DE CUNA FELINA
Así como Emilio, Manuel Pérez vivirá en el Apertura 2017 su tercer semestre en Coapa. Llegó hace un año a Las Águilas y fue hasta la recta final del torneo anterior, que comenzó a cobrar relevancia por un par de goles que le marcó a Pachuca; igual que Orrantia, el proceso de este volante ofensivo se vio interrumpido, aunque no tuvo la misma proyección que El Charal. Ambos, en el papel, serán dos revulsivos para Miguel Herrera, con la esperanza de convertirse en titulares y adueñarse de sitios estelares.
JUGARON EN AMBOS CLUBES
Enrique Borja
Hugo Sánchez
Luis García Postigo
Braulio Luna
Joaquín del Olmo
Adolfo Ríos
Alberto García Aspe
Christian Ramírez
Efraín Juárez