HARRISON, N.J. -- Por primera vez en los dos años y medio de rivalidad frente a New York City FC el equipo de los Red Bulls perdió un encuentro como local. La escuadra celeste dominó de punta a punta el clásico del sábado y se impuso sin atenuantes. Luego del derbi del Río Hudson el equipo albirrojo intentó buscar una explicación a la caída.
“Antes que nada, debemos reconocer el mérito de NYCFC”, admitió el entrenador del conjunto taurino en la conferencia de prensa posterior al partido. “Ellos como equipo ajustaron algunas de las cosas que habitualmente hacen y pusieron mucho más en el plano físico, lo que implicó que fuimos incapaces de atropellarlos como habitualmente hemos hecho”.
“Diría que, desgraciadamente, seguimos siendo lo que hemos sido todo este año”, lamentó Marsch. “Eso quiere decir que no hemos sido demasiado eficientes o efectivos en el ataque, y que de alguna manera hemos sido un poco anémicos al conceder goles a balón parado”.
“Creo que está claro. Tenemos que hacer un par de incorporaciones que nos ayuden específicamente en el ataque de nuestro equipo”, argumentó el visceral entrenador de los Red Bulls, confirmando la sensación de que su club será un actor importante en el mercado estival que está próximo a abrirse.
En el vestuario local las caras largas eran mayoría. “Creo que el partido no nos salió demasiado bien. No competimos bien esta tarde”, lamentó el capitán Sacha Kljestan. “Debemos dar crédito a New York City FC por haber venido a nuestra casa y haber merecido la victoria hoy”.
Quien tampoco puso reparos a la victoria visitante fue el arquero Luis Robles. “Es duro, cuando analizas el partido te das cuenta que ellos compitieron mejor que nosotros hoy. Nos superaron”.
“Hay momentos en los que nos pusimos en una mala situación”, continuó el portero. “Jack Harrison tuvo tiempo y espacio, y definió muy bien en el primer gol. El segundo tanto fue una jugada a balón parado, y este año estamos sufriendo mucho en esa situaciones”.
Uno de los más doloridos por la actuación del equipo fue el goleador inglés Bradley Wright-Phillips. “No creamos nada. No tuvimos creatividad y fuimos muy predecibles. Basura… nuestro juego fue una basura”, lamentó.
“Si te muelo a palos durante siete partidos, la próxima vez que me encuentres vas a golpearme en la cabeza con un ladrillo. Eso es lo que pasó esta tarde con NYCFC”, explicó el atacante. “La próxima vez que juguemos contra ellos tendremos que estar preparados”.
La victoria del conjunto de Patrick Vieira se produjo horas después del regreso de Jesse Marsch a Estados Unidos, quien pasó una semana en Polonia para asistir a un curso destinado a obtener una licencia de entrenador expedida por la UEFA. El técnico de los Red Bulls desestima que su ausencia en la preparación del encuentro del sábado haya sido un factor en el resultado final.
“Siempre pienso que estas son grandes oportunidades para que nuestro cuerpo técnico y nuestros jugadores tomen mayores responsabilidades”, argumentó Marsch. “El hecho de que yo haya estado afuera no tuvo absolutamente nada que ver con el resultado. Esto no tiene que ver conmigo, sino que tiene que ver con nosotros y con nuestra capacidad de ser la mejor versión de nosotros mismos”.
“No vamos a poner excusas”, finalizó el técnico del equipo del estado de Nueva Jersey. “Tenemos que ser mejores, y tenemos que descubrir la forma de conseguirlo partido a partido”.