Antes de entrar al octágono, los peleadores pasan por una revisión minuciosa. Normalmente no hay problemas, pero el UFC 213 fue la excepción. Curtis Blaydes tenía las uñas largas y no podía entrar a la jaula hasta que se las recortase.
Un oficial de la UFC se dio cuenta de que el peleador tenía las uñas demasiado largas, por lo que pidió que le traigan un cortador. Debido a los guantes, 'Razor' tuvo que esperar a que le hagan una manicure veloz.
(Difusión)
Al parecer, este suceso le dio suerte. Venció al polaco Daniel Omielańczuk por decisión unánime. Así, consiguió mejorar su récord en las MMA a 7–1 (1).
Sin embargo, esta pelea fue la más abucheada de la noche. Fue por ello que Blaydes pidió disculpas al final. Sumado a la renuncia de Amanda Nunes, esta una noche que no fue completamente satisfactoria para los fanáticos.