Beto completó diez días de entrenamiento en La Manga a su mejor nivel. Él mismo reconocía que la complicada lesión de hombro que tuvo es parte del pasado y que ya está totalmente recuperado de la misma, por lo que debe partir con las mismas opciones de ser titular que Sergio Rico.
El Sevilla premió su aportación, tanto dentro como fuera del campo, en una temporada que no fue la suya. Tres fueron los años que firmó a finales de la pasada campaña, pero dicho contrato tiene ciertas cláusulas para poder romperse. Si Beto no cumple una serie de objetivos el próximo curso, el club podría romper el acuerdo unilateralmente sin tener que pagar el contrato al completo, como ya hizo con Barbosa hace unas semanas.
Estos objetivos son de fácil cumplimiento y tanto el portero como el Sevilla están convencidos de que no hará falta ejercer dichas cláusulas dentro de un año. El Sevilla ha mirado por sus intereses tanto a corto como a largo plazo: mantiene a un portero de un nivel contrastado pero no se hipotecan planificaciones futuras en caso de que la mala suerte se volviera a cebar con Beto o si el próximo verano intereserara otro guardameta. En el club no se piensa ni por un segundo que dentro de un año haya que resolver el acuerdo. Y Beto, como es lógico, tampoco.