Diablos del Toluca y Atlético de Madrid exhibieron músculo y ganas de jugar; sin embargo, la contundencia brilló por su ausencia en el duelo del Centenario de los rojos en el Estadio Nemesio Díez, amistoso de mucha expectativa pero que, al final, resultó la mera experiencia colchonera en México. Los hombres de Diego Pablo Simeone no traían minutos en las piernas.
EL PARTIDO
El primer aviso llegó por parte de los locales, Gabriel Hauche se animó a tirar de larga distancia; sin embargo, su tiro pasó por un costado de la portería, sin causar peligro para Jan Oblak, el hombre más activo de los colchoneros durante sus instantes en el partido.
Poco a poco, los Diablos Rojos comenzaron a controlar el balón, sin dejar que los dirigidos por Diego Simeone llegarán al arco de Alfredo Talavera, pero en México también apenas inició la campaña y las primeras fechas parecen de pretemporada. Las bondades de la Liga MX permiten programar un amistoso justo en medio de la disputa por los puntos de cara a la Liguilla del Apertura 2017.
Minutos más tarde, en una jugada por la banda izquierda, Rubens Sambueza daría un pase a Pablo Barrientos, quien inmediatamente lanzó un centro, pero no pudo conectar Rodrigo Salinas, pues Oblak llegó primero para mandar el esférico a tiro de esquina. Todo fue avisos, cero profundidad y sí más 'ave maría', al estilo de la NFL para tratar de complacer a una noble grada que hizo una buena entrada, aunque lejos del lleno en La Bombonera.
Pese al dominio del Toluca, el Atleti siguió buscando el balón y, de inmediato, vino una de las más claras para los españoles, la cual dejó pasar Antoine Griezmann al no lograr conectar el balón en el corazón del área roja. El delantero galo exhibió su calidad en 45', pero el futbol que lo tiene en la élite no llegó a suelo tricolor, aún está en la maleta.
Nuevamente avisó el Diablo al club colchonero, un remate de Efraín Velarde que pasó cerca del poste derecho de Oblak.
En la recta final de los primeros 45 minutos, los hombres de Hernán Cristante buscaron alguna oportunidad que los llevara al descanso con la ventaja, pero en su salida perdían con facilidad el balón, una primera parte con lucha y garra, aunque sin el invitado principal. Para el segundo tiempo, el Atlético de Madrid arrancó con un cuadro diferente, dejando fuera a algunas de sus figuras como Antoine Griezmann, Fernando Torres, Yannick Carrasco, Filipe Luis, Juanfran, Koke y Oblak. El compromiso se cumplió, había que jugar, aunque Toluca sólo hizo un movimiento, con el ingreso de Antonio Naelson 'Sinha', quien ocupó el lugar de Pablo Barrientos. El ex '10' rojo se llevó la ovación de la noche, el ídolo, al menos, se fue con una sonrisa por parte de sus fieles fans.
Las primeras acciones de la parte complementaria fueron de los Diablos, siendo Gabriel Hauche quien se animaría a la portería de Moyá, un tiro que se fue por un lado.
Tras la llegada de Hauche, los colchoneros respondieron inmediatamente con un gran disparo de Thomas Teyé, pero Talavera muy atento rechazó el balón, cayendo nuevamente para el Atlético; sin embargo, la reacción del meta mexicano sería buena para así el primero de la noche. Por llegadas no pararon, pero de eso no se trata el futbol. Sí, fue un amistoso, pero la grada asiste a cantar goles, aunque algunos cambiaron el alarido de las dianas por el problema de últimos tiempos para la Federación Mexicana de Futbol: el 'eh, puto'.
Después de darle unos minutos a 'Sinha', salió del terreno de juego, ovacionado por su afición, quien no dejó de aplaudir y hacer cánticos, poniendo un gran ambiente al partido del centenario, un movimiento que terminó en un fuerte abrazo con el director técnico de Toluca, Hernán Cristante, si viejo compañero, con quien levantó coronas para un Diablo de época.
Por su parte, la desesperación en el banquillo español se notaba, ya que Diego Pablo permaneció todo el tiempo de pie, balo la lluvia que minó aún más el espectáculo, dando indicaciones, más cuando el rival tocaba el balón dentro de su área. El encuentro aún no concluía y la afición comenzaba a retirarse del estadio al ver que el marcador continuaba en ceros durante los últimos minutos. Sin más opciones para anotar, el juego terminó sin goles, motivo que causó el disgusto de la afición, quienes abuchearon a los jugadores una vez que el árbitro hizo sonar su silbato. Mucho esfuerzo, mucha entrega, pero el futbol aún no llega a las piernas de mexicanos y españoles. La pretemporada pasó factura en la fiesta roja.