Según informan varias fuentes, como RealGM, de Estados Unidos, el Real Madrid negocia con el alero NBA sueco Jeff Taylor (26 años y 2,01) para que ocupe el puesto de KC Rivers en la plantilla la próxima temporada. Un vuelco que puede producirse por un problema de pasaportes. Y es que el club blanco había acordado la continuidad del estadounidense, con quien estaban muy satisfechos tanto la dirección deportiva como los técnicos madridistas. Pero Rivers no podrá hacer uso de su pasaporte contonú de Guinea Bissau porque no puede demostrar una vinculación deportiva, familiar o personal con este país, requisito que figura en la nueva normativa impuesta por el Consejo Superior de Deportes el pasado mes de mayo para acabar con los pasaportes exprés.
La de Rivers no sería la única salida en el Madrid, una vez confirmada la de Salah Mejri, que terminó contrato el pasado 30 de junio, y a la espera de que el Real llegue a un acuerdo para la rescisión del contrato de Giannis Bourousis, que podría producirse esta semana. Además, Facundo Campazzo, con pasaporte extracomunitario, podría ser cedido a algún club de la Liga Endesa.
Taylor, nacido en Norrkoping el 23 de mayo de 1989, se formó en la Universidad de Vanderbilt (Nashville, Tennessee) y fue elegido en segunda ronda del draft de 2012 por Charlotte, donde ha jugado las últimas tres temporadas, con medias de 6,1 puntos, 2 rebotes y 0,8 asistencias en 19,4 minutos. Aunque en la 2014-15 acabó en los Austin Spurs de la Liga de Desarrollo de la NBA. Según aseguraban en Israel, Taylor había llegado a un principio de acuerdo con el Maccabi Tel Aviv para las dos próximas temporadas, pero las negociaciones se detuvieron al surgir el interés del Madrid, que no es el único equipo europeo que pretende al sueco.
Al margen de sus cualidades deportivas, Taylor se vio salpicado por la polémica al ser detenido en septiembre de 2014 por un supuesto caso de violencia doméstica contra su pareja en Michigan, que él mismo confirmó después: "Mis acciones estuvieron mal y no quiero recurrir una decisión basada en mi mala conducta. Respeto la decisión de la Liga al suspenderme y tomaré todos los pasos necesarios para asegurarme de que algo como esto me vuelva a ocurrir", comento. Por aquella acción, la NBA le castigó con 24 partidos de sanción sin sueldo. "Siento profundamente todo lo que pasó", aclaró.