La victoria en los Mundiales de atletismo de Londres del estadounidense Justin Gatlin, condenado dos veces por doping, no cayó demasiado bien a Sebastian Coe, el presidente de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), el organismo rector del deporte madre del olimpismo.
"No celebro que alguien que cumplió dos sanciones por doping haya ganado uno de nuestros premios más importantes. Pero estaba apto para competir", dijo el británico a la BBC. "No es el guion perfecto", se lamentó.
El sábado, Gatlin se impuso ante Usain Bolt y a su compatriota Christian Coleman en la final de los 100 metros. El corredor de 35 años propinó una dura derrota a la superestrella jamaiquina, que se despidió con un inesperado bronce de la prueba reina del atletismo.
"No sé lo que pasará pero tenemos que recordar que estamos diciendo adiós a un atleta que ha hecho un aporte extraordinario al deporte", dijo Coe.
En el Estadio Olímpico, los aficionados apoyaron a Bolt y silbaron a Gatlin cada vez que pudieron. El estadounidense fue suspendido por primera vez en 2001 por usar anfetaminas para el déficit de atención, y posteriormente en 2006 por testosterona.
"No es el día más emocionante (...) para mí pero él (Gatlin) merece también algún respecto", agregó el dirigente.
Coe reiteró que está a favor de sanciones de por vida por doping, pero admitió que incluso la propuesta de suspender por ocho años a Gatlin no prosperó, ya que la sanción a Gatlin le fue reducida a cuatro años por un tribunal deportivo.
Asimismo, el británico urgió a los aficionados a apoyar a Bolt en vez de abuchear a Gatlin en la premiación de hoy, ya que es más importante celebrar la carrera del que ganó 11 títulos mundiales y ocho oros olímpicos.
Por lo demás, la ceremonia fue adelantada una hora antes de la sesión nocturna. La organización afirmó, sin embargo, que la decisión no tuvo nada que ver con un ambiente hostil contra Gatlin, que fue abucheado durante la entrega de las medallas, aunque el público aplaudió tras el himno estadounidense.