Pumas vivía sus mejores instantes, los de mayor lucidez en el terreno de juego, con un estadio Azteca expectante sobre lo que podría hacer la oncena que dirige Francisco Palencia; el marcador indicaba paridad: 1-1, pero las acciones y el vértigo, demostraban que Universidad, con fortuna e insistencia, podía ganar el partido... Paco da indicaciones en su banquillo, manda llamar a alguien de los suplentes; al siguiente movimiento, Joffre Guerrón recibe indicaciones de su estratega. Parecía el momento idóneo, el revulsivo que el equipo requería y una oportunidad inmejorable para el ecuatoriano. Se jugaba el 71' en Santa Úrsula.
Guerrón ingresó en lugar de Mauro Formica, que en su primer partido como titular con Pumas, no había desentonado de lo que pretende Palencia; el ecuatoriano jugaría pegado a la línea de cal, por el costado derecho, lo que reconvirtió el esquema ofensivo de los felinos, pues Néstor Calderón cambió de banda y Bryan Rabello, inédito en el juego, se posicionó como media punta... Joffre tocó dos balones, el primero en un intento de desborde que quedó en nada y el segundo, un pase errado, antes de que cayera el segundo tanto del América.
Con el 2-1 y el cronómetro en contra, se buscaron un par de veces más a Joffre, que apareció cada vez más presionado, más dubitativo. El plan que tenía Palencia se vino abajo, no necesariamente por Guerrón, pero sí incidió que el atacante no se encuentra en su mejor estado de forma futbolística, esto aunado a que, de acuerdo con las estadísticas de la propia Liga, es el futbolista menos asociativo de Universidad Nacional y el que más pases ha errado en el torneo. De 15 intentos, 10 han sido interceptados por el rival en turno.
Paco Palencia ha intentado recobrar la confianza de un futbolista que los últimos seis meses de su carrera los pasó fuera de las canchas profesionales; de hecho, el estratega universitario ha llevado de a poco a Guerrón, pero tal parece, al menos hasta ahora, que el ecuatoriano es el eslabón que menor producción genera en pro del colectivo de CU. Las cifras no mienten ni exageran. Cada vez que Joffre tomar el balón, en cualquier zona del campo, las posibilidades de que su jugaba termine de manera óptima para Pumas son mínimas, realmente, de un 33.3% de que funcione.
Hace un par de meses, en la pretemporada del equipo en Acapulco, Joffre estaba convencido de que Pumas sería el escenario que a él le hacía falta: "Soy un jugador que ha ganado mucha madurez, vengo con muchas ganas y mucha ilusión de triunfar con este equipo; estoy agradecido con la oportunidad y voy a tratar de entregarme al máximo... Ofrezco mi sacrificio y estoy seguro que no defraudaré a nadie", dijo el delantero en entrevista con Fox Sports.
Era parte del riesgo que se corría con el ahora '9' de los universitarios, pero aun así, oportunidades no le han faltado. Desde la primera jornada del torneo, Palencia utilizó a Joffre como el tercer recambio ante los Tuzos del Pachuca, ingresando al 76' en el estadio Olímpico; en la derrota de la segunda fecha ante el Atlas, el ecuatoriano disputó 16 minutos y fue el movimiento que cambió el esquema táctico de Paco, como con América, y apenas hace unos días, en la Copa, fue titular ante el Celaya, errando un par de ocasiones claras, pues jugó como centro delantero.
Las mismas estadísticas que ponen en deuda a Guerrón, demuestran que los juveniles Brian Figueroa y Pablo Jáquez han estado imprecisos en sus trazos, pues dentro del plantel que ha tenido actividad en Pumas, son los que le siguen a Joffre en el orden de peor efectividad en cuanto a su nivel asociativo en la cancha, también escoltados por Gerardo Alcoba, el capitán azul y oro, que de 103 ocasiones que ha tocado la pelota, 48 han sido equivocadas; caso similar al de Nicolás Castillo, que en sus 46 intentos, 20 no han tenido destinatario adecuado.