Cruz Azul necesitaba ganar, sí, le urgía. Por aquella racha de cinco empates consecutivos, por la situación extra cancha que el propio Paco Jémez había provocado, por todo aquello que estaba generando ruido en el equipo. El 1-0 frente a Zacatepec tiene su valor agregado, más allá que haya sido en la Copa.
Hay momentos para evitar que las bolas de nieve crezcan y anoche era uno de esos. Aunque Paco Jémez haya perdido los papeles y se haya ido expulsado, con su equipo sufriendo de más para sacar la mínima diferencia, no había espacio para un descuidado más.
LA NECESIDAD DE LA MÁQUINA
El equipo de Paco Jémez era el necesitado, el que tenía que probar variantes para salir airoso de este compromiso, que aunque fuera de Copa le serviría para romper esa racha de cinco empates que se había acumulado en el último mes.
El español probó con un línea de tres zagueros: Julio César Domínguez, Jordan Silva y Gerardo Flores; en el centro su triple pivote, pero ahora conformado por Rafael Baca, el canterano Kevyn Montaño y el argentino Alejandro Faurlín, quien por fin podía iniciar un juego; abiertos, como carrileros, estaban Víctor Zúñiga del lado derecho y Rosario Cota del izquierdo; y adelante Christian Giménez y Martín Cauteruccio.
Y cómo es la costumbre, La Máquina no tuvo ningún problema en hacerse con el control del esférico. Es más, parecía que podría ser una noche tranquila porque apenas al primer minuto ya había generado una opción de peligro cuando, después de una serie de pases, Zúñiga controló en el área y disparo apenas desviado de la portería de Víctor Hernández.
Sin embargo, y como ha sido la mala costumbre, el equipo aflojó por un buen lapso. Sin saber qué hacer con el balón, Cruz Azul se volvió nuevamente predecible; el traslado no era problema, sino saber qué hacer en el último tercio, justo en la zona de definición. Por ese dominio estéril, La Máquina no se libró de sustos. Al 19' Guillermo Allison y Julio César Domínguez estuvieron cerca de cometer un terrible error con una pelota que cayó en medio de los dos y a la ninguno se animó a despejarla, una garrafal falta de comunicación, dejándosela a Armando González del Zacatepec quien abrió a la llegada a Mauro Contreras; sin embargo, el atacante intentó eludir el lance desesperado del portero cruzazulino, bombeando la pelota pero con tan poca fuerza que al final Allison pudo quedar despejarla.
El equipo de Morelos mostraba que tampoco venía en plan de víctima, que en medida de sus posibilidades atacaría a La Máquina para intentar sacar un resultado positivo del Azul. Aunque los avisos eran esporádicos, no dejaban de tener su dosis de peligro.
Y justo cuando parecía que el juego se iba a ir empatado al descanso, La Máquina hilvanó su mejor jugada del partido al minuto 41 en una serie de pases que dio como resultado el primer tanto. Kevyn Montaño recibió un balón un poco adelante del círculo central, ante la presión de los jugadores de Zacatepec abrió por la banda derecha al arribo de Zúñiga, éste desahogó al centro donde Christian Giménez estaba sin marca, el Chaco en lugar de pegarle decidió prolongar a la posición de Rosario Cota que estaba por izquierda, el carrilero de inmediato sacó un pase preciso al movimiento de Cauteruccio, quien ya le había ganado la posición a su marcador; el uruguayo le pegó como venía, de zurda, para darle dirección al balón y marcar así su primer tanto del semestre.
Fue una gran jugada en la que los jugadores de Cruz Azul tocaron con criterio, sin precipitarse, yendo de una banda a la otra buscando al compañero libre, tal como le gusta a Jémez. El 1-0 llenó de confianza a La Máquina que estuvo muy cerca de encontrar el segundo tanto en otra buena acción.
Rafael Baca no dio por perdida una pelota que parecía irse por el banderín de tiro de esquina, aguantó el esférico y tocó a la entrada de Kevyn Montaño, quien en línea de fondo avanzó hacia la portería y en el momento justo sacó la diagonal retrasada hacia Zúñiga, el canterano impactó la pelota, pero ésta tocó las redes por la parte de afuera.
Así se fueron al descanso, con un Cruz Azul más suelto y confiado. En el complemento Paco Jémez sacó a Rafael Baca y metió a Francisco Silva, manteniendo el mismo esquema y tratando de finiquitar el juego con una segunda anotación.
Y estuvo muy cerca de conseguirlo en un contragolpe en el que Zúñiga recibió por sector derecho, avanzó y mandó el pase al centro donde Cauteruccio falló de manera increíble un gol casi cantado.
La Máquina perdonaba y Zacatepec tampoco renunciaba al juego; es más, el conjunto morelense adelantó un poco más sus líneas y buscó crear peligro a través de los trazos largos, los cuales en más de una ocasión provocaron las salidas temerarias de Guillermo Allison, quien al menos se barrió en tres ocasiones para alejar la amenaza sobre su arco.
Pero era evidente que la línea de tres zagueros cruzazulina estaba haciendo agua, cada vez era más fácil para los atacantes de Zacatepec penetrar y plantarse frente a la portería de Allison. Por tal razón Jémez refrescó esa zona con la entrada de Aldrete y Enzo Roco.
El final del juego se le complicó a La Máquina, que al 77' se quedó con un hombre menos por la expulsión de Cota. Minutos después también Paco Jémez sería echado por protestar una jugada. No pintaba nada bien para Cruz Azul tan acostumbrado a los desaguisados de último minuto.
Y casi este designó se cumple, cuando Zacatepec estrelló un disparo en el travesaño de Allison que cimbró a todo el público cruzazulino presente en el Estadio Azul. Pero La Máquina salió viva, airosa, no hubo tragedia en esta ocasión.
Ganó y encarriló su calificación en la Copa, la cual está cercana, pero lo más importante evitó que la racha negativa aumentara. Mucho que trabajar, pero en un ambiente tranquilo es mucho mejor.