La crisis de Pumas la detuvo una torrencial lluvia y una alerta de tormenta eléctrica al sur de la Ciudad de México. La contundencia que le ha faltado al cuadro auriazul sí la tuvo el clima, que desde las seis de la tarde de este jueves comenzó a complicar las condiciones del último juego de fase grupal en CU, para Universidad Nacional. El rival era Celaya, del Ascenso Mx.
Así la lluvia en el Olímpico de CU; el partido de #Pumas se reprogramó para este sábado a las 12. pic.twitter.com/Sgd6pBHKKN
— Rubén Guerrero (@RubenGuerreroA) September 1, 2017
Pese al inicio de las inclemencias, al principio con una lluvia ligera, aficionados de Pumas se iban dando cita en el estadio Olímpico; como ha ocurrido cada vez que se programa un juego entre semana, la mayoría de los fanáticos se daban cita después de cumplir con sus labores, luego de la jornada de trabajo y para ver a su oncena en casa, esperando un buen resultado.
De algún modo, todo transcurría con normalidad. La lluvia en recientes días y más en esta parte de la Ciudad, había sido una constante... Fue hasta que acercaba la hora del duelo, rebasadas las 19:00 horas, que el estado de la cancha, con ciertos encharcamientos, comenzó a llamar la atención de la prensa, que rumoraba que el cotejo podría suspenderse. Las gradas lucían semivacías.
En las afueras del estadio, permanecían estoicos los elementos de seguridad de diferentes escuadrones, pero incluso los puestos ambulantes eran escasos. Eran las 20:10 cuando se supo que ambos equipos calentaban dentro de los vestidores, mientras que trabajadores del estadio Olímpico intentaban remover las lagunas dentro de la cancha. A media hora de las nueve de la noche, Pumas lanzó su alineación por redes sociales. Se desconocía que procedería.
Pero no pasaron ni 10 minutos del tuit de la cuenta del equipo con su alineación, cuando el sonido del recinto anunció la suspensión del juego, que se postergó para el sábado a mediodía. Para entonces, las tribunas estaban casi vacías. La información la rectificarían elementos de Protección Civil, que comenzaron a desalojar al resto de los presentes. Fría noche al sur de la capital.
De los equipos, muy poco. Algunos de sus elementos apenas si se asomaron para conocer el estado de la cancha; sin embargo, la prórroga sirve para unos Pumas que van a la baja, que de no vencer al Celaya, podrían irse despidiendo de sus aspiraciones hasta en la Copa. Por ello, el clima le brindó más días, la posibilidad de ratificar conceptos y de intentar una victoria para acabar con la crisis en el Pedregal.
Ubicados en el Grupo 2, los felinos urgen de un resultado favorable y es que la tónica en la Copa no ha sido muy distinta a la de la Liga. Hasta ahora, en el primer certamen en mención completan dos empates, a cinco puntos del líder Monterrey, al que tendrán que enfrentar en un par de semanas y en la Sultana del Norte. De no vencer al Celaya, incluso el empate le daría esperanzas mínimas de colarse a la siguiente ronda, a la espera de resultados de otros equipos.