En el momento de la verdad, Carlos Cáceda falló. Si Bolivia le empataba a Perú en la última acción del partido en el Monumental, el arquero de Universitario habría sido responsable pero no culpable de la división de puntos.
Las primeras intervenciones de Cáceda fueron correctas en situaciones con nulo peligro. El arquero de la selección embolsó un par de balones como para entrar en calor. El público lo aplaudió y con un Bolivia frágil en ataque, parecía que no iba a sufrir.
Sin embargo, en el complemento todo cambió. Antes de la apertura del marcador Bolivia pudo haber anotado de tiro libre. Jhasmani Campos remató de zurda y el balón se estrelló en el palo. Carlos Cáceda se lanzó pero no llegó. En su defensa, el esférico picó antes, muy cerca de él.
Pero cuando se le necesitaba no respondió. O mejor dicho, no debió ser protagonista en el descuento boliviano. Álvarez le ganó la espalda a Trauco y definió por encima de Cáceda, quien se apuró en salir y lo hizo sin seguridad, descontrolado, evidenciando falta de experiencia para este tipo de cotejos con tanta tensión.
La jugada del gol generó nervios en cada tiro libre posterior que tuvo la selección altiplánica. En el campo, las tribunas y en los televisores. Por esa vía, Perú pudo haber perdido dos puntos y decirle adiós a Rusia antes de tiempo.
El martes la selección visita a Ecuador en una nueva final. El cuadro de Gareca necesita ganar para dar un golpe a la mesa en las Eliminatorias. Con la altura de Quito de por medio, Carlos Cáceda no asoma como el indicado para atajar. No solo por el error en el Monumental sino por la falta de rodaje en altura, factor que José Carvallo conoce bien y sabe lo que es jugar en esas condiciones.