E n tiempos en que todos los equipos se arman con jugadores top de la agencia libre, con los mejores prospectos universitarios y, en especial, sueldos millonarios, una reconstrucción no debe demorar, y al menos así parece haberlo hecho Tampa Bay, cuya renovación evolucionó tan rápido con su quarterback Jameis Winston y su coach Dirk Koetter que están listos para volver a playoffs e ir más allá.
Y es que en 2016, los Bucs terminaron con marca de 9-7 que casi los mete a playoffs en calidad de comodín, pero por criterio de desempate fueron desplazados por Detroit. Es por eso que pensar en pelear por la cima de su división no resulta descabellado.
Su entrenador en jefe logró hacer de Tampa Bay un equipo que ganó confianza en sí mismo, en parte por lo débil de su sector y por los triunfos que sumó fuera de él, pero también supo guiar a un mariscal de campo de gran proyección que repitió con más de 4 mil yardas por aire en su segundo año en la Liga.
Para su tercera temporada, Winston contará no solo con Mike Evans, su mejor receptor en 2016 (1,321 yardas), también tendrá al recién llegado veterano DeSean
Jackson (1,005 con Washington); es decir, tendrá a su servicio el mejor tándem de receptores de la división. El novato Chris Godwin puede ser otra alternativa, dado el trabajo que ha hecho en la pretemporada, y por si llegara a perder la calma, Jameis tendrá el respaldo de Ryan Fitzpatrick.
El ataque terrestre recaerá en Peyton Barber y Jacquizz Rodgers, al menos en el inicio de la campaña, debido a que Doug Martin se perderá los tres primeros partidos por una suspensión que le aplicó la Liga por consumo de drogas; a reserva de que no vuelva a lesionarse y perderse gran parte de la campaña, como ocurrió en 2016. Esta será una de las debilidades del equipo.
Si de goles de campo y puntos extra se trata, el equipo contrató a Nick Folk para cubrir al recién cortado Roberto Aguayo, una de sus selecciones colegiales del año pasado que no pudo cumplir con las expectativas. Los números del veterano de 11 campañas no son para deslumbrar, pero sí efectivos.
A la defensiva, Tampa Bay suele presentar sólidos frontales y agresivos linebackers que contienen el ataque de los rivales, y este año no será la excepción con Lavonte David, Kwon Alexander, Robert Ayers y Gerald McCoy desempeñando un rol protagónico, en una unidad que provocó 38 capturas el año pasado para terminar como la novena mejor de la Liga en ese rubro.
El perímetro es de contrastes, pues si bien aceptó 4 mil 12 yardas (11 en la NFL) y 24 TD (17), también generó 17 intercepciones que lo colocaron como cuarto mejor de toda la NFL.
Brent Grimes y Vernon Hargreaves serán los hombres a seguir y en quienes recaerá la responsabilidad de evitar el mayor daño posible.
En general, estos Bucaneros tienen el material para pelear una de las divisiones más cerradas de la Conferencia Nacional, la madurez que han adquirido jugadores y entrenador en jefe dan indicios que la de 2017 será una temporada ganadora.
Diez triunfos serían razonables, 11 serían ideales, pero más de eso, poco probable.
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