Tuvieron que pasar más de ocho años para que la selección mexicana amarrara su pase de manera directa a la Copa del Mundo; más de doce para que lo hiciera sin problemas y más veinte para que lo hiciera prácticamente como líder único.
Bajo la dirigencia de Juan Carlos Osorio, el Tri ha hecho una eliminatoria prácticamente sin contratiempos, en dónde tiene la posibilidad de imponer un récord de puntos; todo esto a pesar de las dudas y de las críticas en contra del equipo y contra el colombiano, por su forma de dirigir, con las llamadas 'alternativas tácticas', además de cargar con el peso de aquella derrota por 0-7 ante Chile, en los Cuartos de Final de la Copa América Centenario, y con el de la estrepitosa caída ante Alemania, en las Semifinales de la Copa Confederaciones.
DEUDA SALDADA
En si, dicha eliminatoria, en cuanto a logros y números, es ejemplar. Hace cuatro años, en estas mismas fechas, México se debatía un medio boleto para jugar la repesca, o bien, quedarse sin Mundial por primera vez, en competencia, desde 1982, tomando en cuenta que fueron descalificados previo al proceso clasificatorio para Italia 90', que fue, oficialmente, la última vez que el Tri no asistió una Copa del Mundo.
MALDICIONES ROTAS
La historia actual es muy distinta. Durante este hexagonal, la selección mexicana ha pasado por aduanas que desde hacia tiempo no vencía.
La primera de ellas fue en la fase previa del hexagonal, cuando México, en los inicios del proceso de Osorio, fue a San Pedro Sula para vencer 0-2 a Honduras, algo que no sucedía desde 1993.
La siguiente barrera por derrocar era de de Estados Unidos, en donde tenía tres tareas por realizar: Anotar un gol, que no pasaba desde 1997; ganar, que no sucedía desde 1972 y, finalmente, llevarse la victoria en Columbus, lo que nunca habían conseguido.
Esto se rompió con el triunfo por 1-2 conseguido en la primera jornada del Hexagonal Final.
EL BAJO NIVEL
Algo a tomarse en cuenta es la baja evidente en el nivel de estos rivales. Honduras fue el que le propinó el segundo 'Aztecazo' a México hace cuatro años, resultado que, en gran parte, les aseguró su pase al Mundial. Para el duelo en San Pedro Sula, de noviembre de 2015, la selección catracha ya no contaba con varios de los jugadores del 2013.
Caso similar con Estados Unidos. En comparación del último duelo en Columbus, jugado cuatro días después del 'Aztecazo', las escuadra de Barras y Estrellas, para el partido de noviembre de 2016, ya vivía el recambio generacional, cosa de la que México sacó provecho.