El pasado 27 de mayo, durante la disputa de la final de la DfB Pokal, el alemán Marco Reus volvía a caer lesionado. El atacante sufría una ruptura parcial del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha que le condenaba a pasar entre cuatro y seis meses en el dique seco. Apenas dos semanas después, y tal vez para insuflar nuevos ánimos en sus seguidores, el Borussia Dortmund anunciaba el desembarco de un jugador que, por su perfil, podía convertirse en un perfecto sustituto para Reus, el también germano Maximiliam Philipp (23 años).
Aunque suplir a un jugador con tanto talento y determinación resulta siempre muy complicado, lo cierto es que el ex del Friburgo ha asumido la responsabilidad con suma naturalidad. De hecho, en los apenas seis partidos de Bundesliga que ya ha disputado con su nuevo equipo, el versátil delantero ha logrado acumular cuatro goles y dos asistencias, datos que reflejan que apenas ha requerido tiempo para aclimatarse al nuevo entorno.
Capacitado para jugar por ambos costados del ataque o en posiciones más centradas, Philipp ha destacado especialmente en este arranque de curso por su habilidad con el balón en los pies, velocidad, visión de juego y eficacia de cara a portería, unas cualidades que han provocado que la larga ausencia de Marco Reus se deje notar mucho menos de lo esperado. De hecho, está por ver cómo reacciona el técnico del equipo, Peter Bosz, cuando tenga a todos sus jugadores disponibles y tal vez se vea obligado a dejar a alguno de ellos en el banquillo.
Ya que no tuvo la oportunidad de participar en el primer choque de la fase de grupos (ante el Tottenham), el partido que mañana mismo dispute la escuadra teutona contra el Real Madrid podría suponer su debut en esta competición. Aunque los blancos no llegan precisamente en su mejor momento, lo cierto es que el berlinés gozará de una excelente oportunidad para poner a prueba sus capacidades ante un rival que siempre ha sufrido mucho contra jugadores de su perfil.