Mientras la situación política en torno a los Juegos Olímpicos de Invierno, en Pyeongchang (Corea del Sur) se enrarece, y varios comités nacionales comienzan a dar señales de que evalúan seriamente no participar en la competencia, el titular de la Agencia Antidopong estadounidense (USADA), Travis Tygart, reclamó el fin de semana la suspensión de los atletas rusos en los Juegos de Invierno, advirtiendo que cualquier otra medida traería terribles consecuencias para el deporte.
Tygart declaró al Observer que se siente perturbado por que tanto el Comité Olímpico Inyternacional (COI) como la Agencia Mundial Antidoping (WADA) parecen estar pavimentando el camino hacia la inclusión de Rusia en los JJOO, después de la manipulación regiustrada en los últimos Juegos, en Sochi 2014. La advertencia tuvo lugar justo cuando la WADA se reúne en París. Su presidente, el inglés Craig Reedie, ya había dicho que la suspensión a Rusia, propuesta por 28 agencias nacionales antidoping "no resultaba de ayuda".
El dirigente estadounidense cree que la WADA debiera resistir la presión política del presidente del COI, Thomas Bach, y de Rusia, volviéndose firme. "Debería hacer exactamente lo mismo que hizo antes de Río 2016 y recomendar que Rusia sea prohibida de los Juegos Olímpicos de Invierno por su doping institucionalizado, y permitir a los atletas rusos competir como neutrales si demuestran que están limpios".
"Cualquier otra decision -declaró Tygart- envía un terrible mensaje, que para ganar hay que hacer trampa y que eso está bien, aún si te descubren, si eres políticamente poderoso".
En Lima, durante la reciente sesión general del COI, su presidente Bach avisó que recién en febrero daría respuestas al escándalo del doping ruso. "No puede ser que los Juegos de Invierno se vean ensombrecidos por un proceso en curso en relación a Rusia", sostuvo el dirigente alemán, que se remitió al trabajo de las dos comisiones que están encarando el tema. "Recién entonces decidiremos", afirmó. "La manipulación no la pudo llevar a cabo una sola persona", señaló el presidente del COI, que no precisó qué tipo de sanciones se aplicarían.
"Sabemos de la urgencia de la situación e intentamos tener soluciones antes de Pyeongchang", había dicho entonces el suizo Dennis Oswald, quien preside una de las dos comisiones del COI que busca evidencias sobre el doping de Estado en Rusia y en particular sobre lo ocurrido en Sochi 2014.
En esa misma semana en la que el COI se reunía en la capital peruana y elegía la sedes de los Juegos Olímpicos de 2024 y 2028, París y Los Ángeles, respectivamente, las organizaciones antidoping más importantes del planeta, reunidas en los Estados Unidos, reclamaban la exclusión de Rusia de los Juegos de Invierno.
"Sabemos de la urgencia de la situación e intentamos tener soluciones antes de Pyeongchang", había subrayado Oswald. "Creo que tenemos material suficiente para llamar a algunos atletas... hemos intentado ser lo más eficientes posibles. Deberíamos poder tomar decisiones uno o dos meses antes de Pyeongchang". Sin embargo, al cierre de las deliberaciones, Bach estiró la fecha hasta febrero; está previsto que el 9 de ese mes se celebre la ceremonia inaugural de los Juegos de Invierno.ß