En el verano de 2016, el brasileño Anderson Talisca (23 años) comprendió que su estancia en el Benfica no estaba dando los frutos esperados (apenas había sido titular en 6 jornadas de Liga la temporada anterior) y decidió aceptar la propuesta del Besiktas, conjunto que le ofrecía la oportunidad de militar como cedido en el torneo turco durante al menos dos temporadas.
En su primer curso en tierras otomanas, lejos de sentirse incómodo por el evidente salto ejecutado, el futbolista recobró la confianza perdida y se convirtió en uno de los puntales de una escuadra que se alzó con el título de la Süper Lig y alcanzó los cuartos de final de la Europa League (acumuló 17 goles en 33 partidos oficiales).
Su rendimiento resultó tan llamativo que, a lo largo del último verano, conjuntos de la talla del Manchester United y el Inter de Milán llegarón a plantearse un fichaje que nunca llegó a producirse por las elevadas demandas económicas del Benfica, un conjunto que, a falta de rendimiento deportivo, pretende obtener un evidente beneficio económico con su venta.
Aunque el combinado lisboeta mantiene una actitud similar, uno de los grandes clubes de la Liga española, el Atlético de Madrid, ha comenzado a valorar su incorporación de cara al futuro. De momento, y según cuenta A Bola, los rojiblancos se han limitado a seguir sus evoluciones en varios choques, pero no se descarta que si el mediapunta mantiene su progresión, el cuadro madrileño pase a la acción en futuras ediciones del mercado.